lunes, 30 de abril de 2007

DOBLE VÍA



(Una utopía racionalista)

...




A gran velocidad avanza en estos tiempos la historia de la humanidad. Su destino final: perpetuarse. A través de dos túneles ciegos cuyo único sentido es confluir a la luz en algún punto que aún se atisba lejano, avanzan a diferente ritmo los dos trenes insignia del gran proyecto humano: la justicia social planetaria y la conservación de la especie.




Si el primero es promovido y arrastrado manualmente por las comunidades de base y los grupos de presión tradicionalmente comprometidos con el humanismo idealista, el reparto equitativo de la riqueza y el control de los recursos expoliados a la Naturaleza, el segundo utiliza una potente locomotora alimentada por la Ciencia y dirigida por un limitado número de individuos especializados en sus diferentes ramas: financieras, políticas, biotecnológicas, de la información, etc.




Control corporativo, legitimación política y manipulación informativa aúnan esfuerzos en Occidente para destinar enormes subvenciones privadas y monumentales sumas presupuestarias públicas a infinidad de proyectos científicos que generan nuevos conocimientos para una idealizada excusa que debería ser, realmente, su finalidad última: liberar al individuo de su mortalidad y con ello al ser humano de su desaparición, tanto en este mundo como en cualquier otro alternativo: no olvidemos que el sol se extinguirá en unos cinco mil millones de años, y mucho antes que se convierta en una peligrosa gigante roja habremos de abandonar el planeta tras planificar un largo y hoy enigmático viaje. Eso siendo optimistas y suponiendo que antes de lograrlo no nos veamos convertidos en materia fósil debido a cualquier fatalidad cosmogónica o a un exceso de nuestro bélico y depredador carácter.




Nuestra ignorancia es todavía tan suprema que no podemos desechar sin arrogancia cualquier línea de investigación que pueda conducirnos a resolver cada nueva incógnita presentada. Trabajamos en un caos investigativo que la mayoría de las veces no conduce a nada relevante. Otras veces, cuando se logra el éxito, los descubrimientos son destinados a la industria militar o a incrementar el poder de esas élites especializadas, traducido en dinero o en control sobre las masas estratégicamente desinformadas. Física de partículas, ingeniería genética, biología molecular, bioelectrónica, nanotecnología, genoma, proteinoma, clonación.... son términos que han pasado a formar parte del vocabulario popular, de manera que las han hecho tan nuestras que a nadie se le ocurriría cuestionar su desarrollo y financiación.




Mientras tanto, un tercio de la humanidad vive en la indigencia y otro tercio esclavizado, humillado y sin esperanza. Y del tercio restante, sólo unos pocos participan de verdad en la toma de decisiones y son, por tanto, dueños de su propio destino.




Muerto dios, asumimos nuestro propio proyecto de inmortalidad a través del conocimiento científico. No resulta reprochable en principio, sino más bien inherente a nuestra naturaleza mortal e inteligente, a nuestra necesidad de responder, por un lado, al instinto de supervivencia como cualquier otra especie; pero además utilizando la capacidad de análisis y previsión en el tiempo que corresponden a nuestra entidad de homo sapiens.




Es recomendable, sin embargo, considerando que no tenemos demasiada prisa y que la paz mundial no se puede edificar sobre la marginalidad y la pobreza, derivar progresivamente una parte importante de esos gastos (no sólo el simbólico y cínicamente cuestionado 0,7%) a motorizar el otro tren, a la búsqueda de un reparto de los recursos generados (por todos, como bien muestra hoy en día el mapa de explotación de recursos humanos y materias primas en la sociedad global de las corporaciones) más equitativo y distribuidor de justicia social en el planeta.




Procurar una velocidad similar para estos dos vectores y crear ventanas laterales en los túneles para no perder de vista un tren del otro, sería el primer paso hacia la convergencia en único carril y única nave que nos conduzca a todos (no sólo a una élite de poderosos depredadores superinformados) a una cada vez mayor longevidad y a la preparación de ese hoy soñado viaje espaciotemporal al que estamos abocados para perpetuar nuestro camino y mantener viva la Vida en las galaxias.

damego

domingo, 29 de abril de 2007

ACCESO A LIBRO "POLÍTIKA NUCLEAR"

Acceso a libro de ensayos publicado en el "mlrs", una interesante página literaria alternativa: "Manual de lecturas rápidas para la supervivencia".

http://www.nodo50.org/mlrs/Biblioteca/otro/polnuc.doc

LIBERTARISMO SOLIDARIO


El anarquismo basa su filosofía en la valoración suprema del hombre como unidad biológica independiente, por encima de su entidad social, con capacidad para asociarse libremente a la búsqueda de unos intereses etológicos y culturales que mejoren su modo de vida y aseguren su supervivencia y la de su descendencia.

Esta relación, creada en su propio beneficio y respaldada por el contrato social, podrá disolverse si no sirve a sus fines y el individuo se considera perjudicado.

La exclusión social tiene su origen en las disputas generadas entre los diferentes grupos por alcanzar el poder dentro de las sociedades con jerarquía piramidal. El poder se traduce en beneficios particulares sobre el reparto de la riqueza producida en el seno de la sociedad, con el consiguiente perjuicio para las personas a medida que se alejan (o son alejadas) del vértice de la pirámide.

Esta injusticia social convierte el contrato en un verdadero fraude, y proporciona por tanto al individuo el derecho de disolverlo si lo cree conveniente. Esto supone la no aceptación de las normas establecidas y la formación de nuevos modos relacionales a la búsqueda de la supervivencia.

Marginalidad, delincuencia, extremismo político... son contestaciones a dicha exclusión y responsabilidad por tanto de los grupos dominantes, provocadores del hecho diferencial y de los problemas que del mismo emanan.

El libertarismo solidario es un movimiento que hunde sus raíces en el más genuino anarquismo, para aglutinar esfuerzos de grupos e individuos excluidos (social o culturalmente), asegurando el respeto a la libertad y la individualidad humanas por encima de cualquier otra consideración, y sobreponiéndose a la vez a las diferentes contradicciones establecidas entre el individuo y las complejas sociedades actuales en el desarrollo de la supervivencia dentro de las mismas.

La búsqueda del equilibrio en el reparto de la riqueza, la horizontalidad de las relaciones interpersonales, sociales y de las diferentes instituciones creadas para posibilitar el ejercicio del federalismo y la democracia directa participativa, representan la base de su estrategia sociopolítica y corren parejos con el desmantelamiento progresivo del sistema piramidal mediante nuevos modos de organización periférica, ajenos a los mecanismos oficiales de representación y acción social, sobradamente devaluados debido a su demostrada ineficacia en la generación de justicia social.

Su progresiva expansión en la lucha sociolaboral contra el neoliberalismo, debido a su capacidad para cohesionar diferentes tendencias ideológicas, necesita el aporte estratégico de una nueva cultura (comenzando por la literatura y el arte), una nueva educación y la creación de espacios mediáticos alternativos, de contrainformación, pero también de formación de un nuevo concepto de sociedad, de contrato social y de relación entre las personas. Esta es la apuesta más fuerte del libertarismo solidario, realizable mediante la implantación en el seno de la sociedad de pequeños grupos atomizados, casi imperceptibles, que se extiendan por toda ella como células cancerosas a la espera de la soñada metástasis.

sábado, 28 de abril de 2007

RECIPIENTES




RECIPIENTES


...




En las esquinas del tiempo, la libertad es un valor de cambio, fluido que se adapta al recipiente que lo contiene. Puedes sentirte más libre en una amable celda que en un espacio abierto sometido. Sólo la selva nos conduce al preciado espejismo: la cantidad de energía primitiva que puede generar tu pensamiento. Sólo el salvaje es libre, desprovisto de condicionantes socioculturales que limiten la percepción de su propia cordura, exento de imposiciones educativas que alienen y cuadriculen su existencia.


Un imposible en el medio urbanita, donde únicamente la soledad te permite ser tú sin restricciones. Mas buscamos al otro. Y en esa búsqueda nuestra libertad cambia para adaptarse al recipiente que ha de contenerla. La rigidez del material con que construimos nuestras relaciones interpersonales decide la presión a la que sometemos el fluido de nuestra libertad. Y también define su forma. Si el recipiente es elástico puede llegar a emular un magnífico auditorio donde escuchar el sonido de otro corazón palpitando junto al nuestro en libertad.



viernes, 27 de abril de 2007

ALGO HABRÁ QUE DECIR

Algo habrá que decir
si hemos nacido,
decir, por ejemplo,
que nos nació el amor,
que nos besó otro cuerpo,
que anduvimos buscándolo
más tarde,
a tientas, medio a oscuras,
para sembrarlo entero
de caricias aéreas;
que la noche fue larga
pero hubo algunas luces,
que nos cegó una estrella
y nos mantuvo errantes,
camino hacia la nada
hasta encontrar quizá,
¿quién sabe de estas cosas?,
el cielo constelado,
la vida enamorada.


Algo habrá que decir
si estamos vivos,
decir que hemos luchado
por un mundo mejor,
por vivir lo soñado;
que el trabajo no pudo
quebrantarnos la voz,
rompernos las espaldas,
con dios, explotadores,
nos han brotado alas.


Decir además
que no estuvimos solos
todo el tiempo,
que tuvimos amigos,
compañeros del alma
que el viento lleva o trae,
viajeros de paso
que habitan la memoria
y siembran la nostalgia.


Y decir al final
que lo hemos hecho todo,
es decir, casi nada,
y un ¡¡viva la eutanasia!!,
morir con dignidad,
algo habrá que decir
si aún no hemos muerto.

damego

jueves, 26 de abril de 2007

Ausencias 3


ESTATUAS GRIEGAS


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No te enamores nunca de las estatuas griegas. Mudas como limosneras ladronas. Te roban poco a poco el corazón. Se lo entregas finalmente sangrándote en las manos y lo devoran con avidez sin decir ni palabra. Silencio de mármol. A pecho descubierto, expuesto a la intemperie, como un perro vagabundo persigues después el eco de sus pasos. Piedra sobre los adoquines. Gris sobre gris. Atraviesas cada noche, sucia de neón y alcohol, buscando su mirada hasta el amanecer. Retorno a la cordura. Pecho tapiado con ladrillos rotos. No basta con saber que ella está en tu jardín, sobre la fuente de los tristes nenúfares. Sinfonía vegetal a sus pálidos pies, fríos como piedra en sombra. Lloran las flores por no saber su nombre. Canta el agua recorriendo sus formas de estatua milenaria. Ríe el agua en su pubis. Se besan. Tiemblan juntas. Parecen cobrar vida en el espejo. Sólo una imagen fugaz que el viento mece. Tan triste y solitaria. Tan mineral, tan muerta. Rogando un hálito de vida, una sonrisa sobre su rostro egregio. Blanco lunar. Astroguía de insomnios delirantes. Le ofreciste tu vida en un mal sueño una noche cualquiera a solas con tu almohada. La mojaste. Lágrimas de cristal como lagos helados reflejaron su cara a la luz de tus ojos. Creíste verte en sus aguas. Te mintió el corazón. No te enamores nunca de las estatuas griegas. A no ser que desees conocer el Amor.


miércoles, 25 de abril de 2007

SUR O NO SUR


SUR O NO SUR


...








Todos hemos oído hablar del Sur,


ese paradójico lugar


del que tantos quieren escapar


y al que unos pocos sueñan con llegar...


...





Celia me lo dejó bien claro: nunca te enamores de una mujer porque al final puede ser que ella gane algo pero tú siempre saldrás perdiendo las mujeres somos así apostamos a ganador para salir adelante no nos queda otra y cuando al pavo se le afloja el futurible adiós si te he visto no me acuerdo...


Yo trataba de embaucarla con carantoñas y algún pase de mano como para hacerle sentir la piel y que no todo es polilla y comegén en la vida pero ella estaba muy ensimismada en su siento que me jodes la vida o te la jodo yo y no pude disuadirla un poquito le dije pero qué importa si dura un buen rato y eres feliz nomás mientras tanto...


Mira, Dany, yo sé que tú juegas a ser un buen tipo y por eso te respeto un poquito más que a los otros, pero sabes que en esto no me puedes ayudar un carajo. Hay leyes que están por encima de los papeles y las jodiendas de abogados y jueces que acá os defienden como sirvientes bien organizados. A mí me tocó nacer del otro lado y vivir en un mundo donde la ley se escribe con sangre en la piel del que no cumple las normas. Y no sólo me preocupa mi propia piel, te hablo de otras pieles con mi misma sangre.


¿De verdad crees que se van a molestar en ir a por tu familia si te pierden el rastro?


Por supuesto, no los conoces, es su negocio, irían hasta el fin del mundo, pero no lo necesitan, tienen allá la gente necesaria para que yo siga siendo rentable. Mira, en verdad te digo, aléjate de mí, sólo soy un problema que añadir a tu vida. Te digo esto porque te quiero, eres el único hombre que me ha hecho sentir una mujer en este tugurio de mierda. Sólo porque estás loco.


Bien, analicemos mi locura: ¿me llamas loco por estar enamorado de ti como un perro ciego, crees que me voy a quedar impasible y muerto de miedo mientras te mantienen alejada de mí porque has de terminar tu “contrato” y no tengo dinero para cancelarlo? ¿eso es lo que esperas del amor, Celia, eso es lo que has aprendido en tus jodidos treinta años, jinetera revolucionaria?... ¡Joder, eres una licenciada en filosofía, ¿en qué absurda esquina del parnaso te bajaste las bragas para siempre jamás?!


Eres un maldito chiquillo, sabes que me conmueves pero se acabó el tiempo, ya tienes tu polvito y he de bajar a la barra a por otro cliente. Me vendrían bien un par de ellos esta noche, para cubrir la flojera de ayer, parece que hubo un partido de fútbol importante. Otras dicen que fue la noche, el menguante, en este país de vencedores le temen a la luna cuando mengua.


Déjame acariciarte un poco más... tu piel es como agua, me recuerda el rocío en las hojas al amanecer, cuando salíamos de caza mi hermano y yo, ya te he contado, las liebres, los ratones, al final todo lo que se moviera. Me recuerdas esa suavidad, os confundo, tu piel es una hoja húmeda más, una extensión de aquello que sentía. Me duele tanto dejar de tocarte, pensar que otros te tocan...


Dany, Dany, Dany... No sé cómo explicártelo, adoro tu romanticismo, me halaga tu candor... ¡pero no tenemos futuro, no sin graves problemas!... Creo que será mejor que busques otra chica para aliviar tu soledad.


Me la quiero jugar por ti, ¿pasa algo?, ¿acaso un hombre no tiene derecho a darlo todo por la mujer que ama?


Estás loco, mira, ya llaman a la puerta, ese es el tiempo que nos toca soñar, loco, loquito de mi corazón...




Apoyado en la barra del bar, le pido al camarero una cerveza. No quiero irme. Sé que mientras Celia no tenga un nuevo cliente seguirá a mi lado, hablándome del mar, de las caracolas que buscaban para los turistas en inmersiones fugaces, de las ostras que pescaban al mediodía, cuando aún eran púberes felices recolectando en las tranquilas aguas los aperitivos de los turistas tostándose al sol implacable en las hamacas, bajo los parasoles de hojas de palma, descifrando para ellos el sortilegio del molusco crudo repeliendo la lima con un gesto de contracción íntima, dolorosa a su vista. Y luego me contará los saltos pretenciosos de los aborígenes desde el acantilado, y después...


¿Tú de qué coño vas, asturiano? Aquí se viene a follar y dejar la plata. Me parece que te estás equivocando con la Celia.


¿Tú crees, Roger? ¿te parece que se la meto de medio lado?


Me parece que confundes meter con poseer. Aquí los únicos que poseemos algo somos nosotros. Te voy a contar una anécdota que le pasó a uno como tú. Venía para acá en su hermoso cochecito y antes de cruzar la entrada le pasó un tractor por encima. Ya sabes, el hombre venía de abonar una finca por la noche. Al otro lo sacaron los bomberos de entre los hierros con la mierda hasta las orejas. Tuvo suerte que la cara le quedó así, como de mártir, y su mujer lo pudo reconocer en la nevera.


¿Me estás amenazando?, ¿te permiten perder los papeles con un cliente habitual?


Sabes que me caes bien. No me lo permitiría si no me hubieran pegado el toque los que mandan. Y para ellos no es nada personal tampoco, sólo vigilan sus inversiones. ¿Tienes nueve mil euros? Eso es lo que debe la chica en este momento. A partir de ahí podemos empezar a hablar.


Y si yo saco el machete del maletero, podemos hablar de otra manera.


Es hora de que te largues, estás hablando muy fuerte... ¿Y si en vez de atropellarte te dejamos seco de un tiro en el estómago y que lo rumies? Cualquier cuneta es buena para morir.


¿Qué te apuestas, cabronazo, a que me la saco de aquí esta noche y no nos tocáis ni un pelo?


¿En serio crees que se iría contigo sabiendo lo que le espera a su familia en su país?


¿¡¡Quieres que te parta la botella en la cabeza, coño madre!!?


¡Vale, vale, tú sigue así y verás cómo acabas. Venga, lárgate de una puta vez!




¡Eh! ¿Qué son esos gestos, ya estás otra vez salvando a tu dama, Dany?... Quiero que te vayas, así no puedo trabajar.


Trabajar con quién, si aquí no hay casi nadie, otras pueden hacerlo.


Necesito el dinero, Dany.


Puedo darte un poco más.


Ufffff... cariño, me estás volviendo loca, es mi trabajo y tú no puedes librarme de él, y aunque pudieras no estoy segura de aceptarlo. Estoy harta de deberles dinero a los hombres, tampoco te lo quiero deber a ti.


Lo dices porque no lo tengo.


No, Dany, lo digo como lo siento. Cuando acabe con esto no quiero deberle nada a un hombre jamás, jamás, ¡jamás!... ¿Lo entiendes?


Yo soy diferente, en mí puedes confiar.


Sólo porque estás enamorado. Hoy estás enamorado... ¿y mañana? ¿crees que podrás soportar todos los cuerpos que se me están echando encima, todas las pollas que pasan por mi boca?


¡¡Calla!!... cómo puedes ser tan cruel...


Mi amor, necesitas un psiquiatra, nunca debiste enamorarte de mí.


El amor es así, como un perro rabioso que se te echa encima y te muerde y a partir de ahí todo es enfermedad y mala sangre y uno quiere morder aunque sea a su puta madre, sobre todo a esa, que nunca lo protegió del perro, ni siquiera le habló de él. Voy al coche a por el machete. Y tú te vienes conmigo.


¡¡Estas loco, loco, borracho, loco, ni se te ocurra, Dany!!




Salí del local, eché una buena meada sobre el mercedes del jefe, ya le tenía echado el ojo, y abrí el maletero del fiesta para extraer el machete del fondo, debajo de la manta roja que uso como enmoquetado. Es un viejo machete de cortar caña que me traje de uno de mis viajes al Sur, un viaje de trabajo que me había dejado cierto rastro de resentimiento con el mundo y conmigo mismo. Quizá tan sólo porque esperaba algo más de él. Pero los viajes son tan sólo eso: itinerarios que uno resuelve con mayor o menor fortuna.


Me lo puse a la espalda, envainado en el forro de tela que mi exmujer me había confeccionado cuando regresamos (¿o quizá fue mi exsuegra?) y entré de nuevo en el puticlub como un arquero de la edad media, sin arco y con sólo una flecha, sólida, bien afilada, de unos setenta centímetros de largo por doce de ancho en la curva delantera, donde rompe la línea para atacar con eficacia el tallo.




Roger era un buen secureta, aplicado en el gimnasio y con cierta mezcla de artista marcial indefinible, pero él mismo me había comentado en una ocasión que ante un arma de esas proporciones lo mejor es salir corriendo. Y eso fue precisamente lo que hizo cuando me vio desenvainar el arma con una mirada de suicida.


Celia no daba crédito a lo que estaba sucediendo, pero cuando la sujeté firme por la cintura mientras blandía el machete cortando el aire enrarecido por el humo del tabaco y el perfume barato, no opuso resistencia.


Luego me contó que en ese momento le vinieron a la mente ciertas historias infantiles de príncipes azules rescatando princesas de la torre, aunque sabía que en esta ocasión la torre era muy baja, y se dejó llevar como en un vuelo hacia la libertad de la calle suburbial, como en un trance hipnótico, fuera de su razón, embriagada por el gesto heroico del guerrero.


Subimos al fiesta y nos alejamos del lugar sin mediar más palabras que un estás loco, Dany, mi amor, estás loco...


martes, 24 de abril de 2007

ELUCUBRACIONES SIDERALES


ELUCUBRACIONES SIDERALES


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Sabemos demasiado, aunque sobrevivir al caos (emocional o intelectual) pase en lo cotidiano por hacer la vista gorda. Hemos visto las chabolas de un modo u otro y hemos usado la VISA para comprar accesos a esos palacios interiores donde mora el litigio más duro entre dos mundos. Todos somos prisioneros del tiempo que nos toca vivir y del espacio que delimita nuestra capacidad de acción. Encerrados en nuestra propia piel, apenas si nos resta energía para sentir lo ajeno. Quisiéramos ser más solidarios, más auténticos, más coherentes con nuestros ideales; pero cuesta pensar con el estómago vacío y el cuerpo sudoroso. La VISA compra raciones combustibles y chorros de agua limpia para seguir tirando y poder así dejarnos sorprender por la última puesta de sol o el penúltimo suspiro de placer amarrados al catre regalo del amor. También por un antepenúltimo pensamiento sublime de nuestro inflamado corazón. Retozar al amparo de nuestra tarjetilla de crédito nos permite pensar en los demás y regalar el tiempo que nos sobra. Es la pura verdad, por cínica que sea: somos con los demás lo que nos sobra de ser para nosotros.




No sabéis bien lo que es vivir prisionero de un destino inventado, dirigido por otros. Algunos se han matado sólo para saber si continuaban vivos o sus días metraban una burda película sobre un guión mal escrito. Yo he sobrevivido. No me voy a matar. Lo único que deseo es que algún día paséis a formar parte de mis más terroríficas pesadillas y ver cómo vais cayendo bajo el ruido de la motosierra, los colmillos del lobo, el hambre de algún alienígena que se entretenga un rato jugando con vuestras vísceras, o ahogados por vuestra propia náusea de carnívoros empachados de hundir las fauces sobre la carne viva de sus seres amados. Nunca tendréis olvido ni perdón…






Y es que nunca da igual lo que nos depare el futuro, porque el futuro ya está aquí, y si le abres la puerta cuando llame te puede devorar. Lo mejor es no estar en casa, encontrarse reunido e incluso con el papel higiénico en la mano, cualquier cosa con tal de no abrirle la puerta, colega, no tienes ni idea de cómo son sus fauces tras el disfraz de simiocivilizadosonrisadentífricodental, menudo hijodeputa colgado de su impecable corbata últimamoda. Cuidadín.


Lo mejor es que te declares loco o indigente o flautista de hamelín o poeta o siderúrgico prejubilado en proceso de integración al parque con palomas y dediques tus días, siempre fuera de casa, a darles de comer aunque tengas que comprarles gusanitos porque ya ni migas de pan gratis te dejan arrojar al suelo y escribas en el aire tus poemas para que los putos ecologistas no te reprochen la matanza de árboles y en vez de musitar a los ratones te dejes de gilopolleces y cantes un bonito avemaría para las madres de la plaza de mayo que ya perdieron la foto de su hijo en la última refriega pero siguen ahí porque no recuerdan dónde está su casa ni a los demás hijos que parieron y jamás sobrevivirán a su desaparecido hermano y de pobre que seas ya no te quede ni el nombre, que no puedan darte de baja en el telediario de la noche y que ni los manicomios te acepten porque ya ni las pastillas puedan devolverte las ganas de volver a ese lugar donde dicen que eras y tenías amigos y parientes y hasta un perro que ladraba por ti cuando te ibas.


Es lo mejor que puedes hacerle a tu destino cuando llame a la puerta: no se te ocurra abrirle: que se joda...




No vayas a pensar que escribo lo que vivo o vivo lo que escribo. Escribimos bajo la subjetividad de una vida deseo que nunca se parece a la vivida. Vivimos bajo la interacción de fuerzas que ya fueron escritas hace tiempo, a veces sobre roca roja sangre caverna. Casi se desvanece su sustancia en el tiempo. Y aún es válida para soñar sentir estar en algo.


La mecánica cuántica aplicada a la vida cotidiana. Trazas una línea lo más recta posible, curvada siempre por la infinita distancia que nos separa de lo inalcanzable, entre lo que vives y lo que deseas vivir, uniendo puntos irrenunciables entre el origen y la resurrección y esa es la línea. Luego la vas siguiendo y da la circunstancia de que en algunos sitios ya habías estado previamente porque los sueños y esa cosa que los filósofos llaman pensamiento te habían llevado allí con anterioridad, puede que hasta poseas constancia escrita de que allí ya estuviste. No es el arte de la adivinación. Es el sacrificio de la reconstrucción, sobre una trayectoria vital, de todos tus sueños, de todos tus anhelos. Buena suerte, que lo disfrutes colega, que incluso llegues algún día a vivirlo.







Amigo mío, no es mi intención resucitar a los muertos de un incierto pasado que como todos sabemos nunca fue mejor, sino que lo veíamos con otros ojos, los del entusiasmo, los de la juventud, quizá los de la inocencia algunos, los menos. También es cierto que hay gente que nace con demasiada edad y se pudre primero. Desde el dogmatismo y las verdades como puños, tan sólo se han levantado cementerios siniestros que después de la batalla nadie es capaz de justificar. La realidad, cualquier realidad, pasada, presente o futura, no es más que la mirada del hombre que la expresa. Ni siquiera el espejo nos permite conocernos y ver una realidad distinta. Si acaso podemos intuirlas, aquellos que poseemos la modestia de sabernos equivocados en casi todo. Certezas, pocas, la muerte de la vida, la muerte del amor y tal vez, si los científicos se empeñan, la muerte de la muerte; pero eso no lo verás ni tú. Revisar, recrear, poner al día las metáforas es un acto que honra a nuestros antepasados. Lo que contamos siempre es lo mismo. Tan sólo lo hacemos de otras maneras. El papel, hasta para limpiarse el culo cuando se acaba el rollito burgués clorofilizado. Lo tenemos más jodido con el burgués interruptor de los cojones, siempre en manos de los que piensan desmontar la vida para verla de cerca. Son como niños desarmando juguetes nuevos. A veces les da por jugar con nuestros genitales...





Nos enseñan a ser parte de un todo. Nos dicen que lo importante es participar y que hay que tener conciencia de equipo y aplaudir desde el banquillo aunque te mueras de frío toda la puta liga. Nos dicen que el progreso es tarea de todos y reñimos por invertir nuestros ahorros en la estación espacial. Sabemos que fuimos una vez porque nos colgaron un número a la espalda o pertenecimos al aula b o al a y jugamos con o nos pegamos por defender en el recreo al supercompañero de clase para toda la vida casi hermano. Nos enseñan a ser a través de los otros y a sentirnos un simple complemento de proyectos comunes, ineludibles para el avance, el éxito, el desarrollo sostenido de nuestra de todos como hacienda civilización.


Pero no nos dicen que un día no lejano seremos opositores y opositar es sálvese quien pueda. Y tampoco nos dicen que el compañero putamadre por el que te rompiste la cara nos la va a pegar con la parienta cuando aún está muy buena y que hay que sacar el carnet especial para pilotar la estación espacial y aquí no hay oficina, o planilla o se acabó la tinta o qué cojones quieres si te quedaste limpio al aportar tus ahorros y ahora no puedes pagar tu porcentaje de hidrógeno líquido, mamón.


Y qué mierda te importa a ti el vecino cabrón que no te deja cambiar la moqueta del portal que ya te han dicho tus amigos del piso recién comprado en el centro que está hecha un asco y hasta huele mal, aunque a ti no te afecte ya el olor, porque lo que de verdad te huele mal es el coño de tu mujer que ya ni se lava cuando debe porque así no te apetece comérselo y qué higiene bucal ni que hostias podres que así antes de acabar lo de me duele la cabeza ya te has dado la vuelta.


Pero eso no te lo cuentan de grande. Tienes que hacerte pequeñito, poco a poco, hasta que se te caigan los dientes sin haber mordido más que el puto anzuelo. Entonces te das cuenta, desdentado, de que hasta los dientes tuyos te abandonan., de que no hay nadie ahí, de que nunca estuvieron...




Y UNA DE BRECHT (para terminar)



Primero se llevaron al vecino del quinto derecha porque se metía unos chutes de pánico y olvidaba las jeringuillas en la azotea. Como yo no me chuto...


Después vinieron y se llevaron al insufrible esnifador de cocaína del
tercero izquierda que se pasaba las noches nariceando y estornudándole al
personal que ya se sabe que estas paredes son de papel y aquí no dormía ni
dios. Como yo no esnifo...


Otro día vinieron a por el fumeta del segundo, que ya le valía con el
aroma que dejaba en toda la escalera, como para tumbar a Marley en sus
mejores tiempos. Como a mí la marihuana ni fu ni fa...
Más tarde se acercaron a llevarse al borrachín del cuarto, y joder,
menudo alivio porque había noches que le daba por cantarle habaneras a la
luna y otras por cagarse en la puta que la parió a la esposa que se había
largado, la pobre, con un arriero que pasó por el barrio. Como yo no bebo...
Sí me extrañó un poco más que se llevaran a Paco, el del primero
derecha, porque lo único que hacía era fumar cigarrillos horas y horas en el
balcón y al fin y al cabo no molestaba a nadie, aunque, eso sí, debía
contaminar lo suyo. Como yo no fumo...


Hoy han venido a por Andrés, el del quinto izquierda. Yo no me lo creo, y la verdad, aquí en el bajo no oigo nada, pero dicen que respira demasiado aire, que se le oye aspirar desde un par de pisos más abajo. Es una postura un poco egoísta, el aire es de todos, pero yo por si acaso estoy pensando en mudarme, aunque en realidad, no sé, pensándolo bien, la verdad es que yo casi no respiro...



lunes, 23 de abril de 2007

Ausencias 2


LUCIÉRNAGAS


...




Nos hemos ido yendo lentamente,


por corredores de sombra,


luciérnagas heridas, la noche nos delata,


hacia un lugar sin nombre,


jamás debes nombrarlo,


donde tan sólo moran seres deshabitados,


inhabitable estancia de la Desesp....za.


...




Nunca imaginé que las luciérnagas tuvieran fecha de caducidad. Supuse que su luz se apagaría lentamente, de la mano del tiempo, velada por las finas capas de niebla que la lucha diaria y el olvido depositan sobre todo ser vivo.


La noche que se quedó de repente sin luz era una noche como otra cualquiera. Ningún eclipse, ni conjunciones astrológicas precisas, ni siquiera luna llena en el cielo... Nada que presagiara o pudiera servir de fundamento a tan misterioso suceso.


La había recogido en el campo una noche de invierno, mientras paseaba por la hierba en busca de alguna mariposa nocturna, de esas que mueren con el alba, al borde de la luz. Su brillo me dejó fascinado. Pero lo que más me sorprendió fue que cantara.


La llevé a casa, le ofrecí mi amistad y le procuré seguridad para sus crías con el fin de que pudiera conocer las delicias de la maternidad. A cambio ella iluminaba mis noches y alegraba mi vida con antiguas canciones aprendidas durante muchas vidas, destinadas a hacer de la muerte un tránsito amable y armonioso.


También yo le cantaba y el reflejo de su luz en mis pupilas parecía poseer destellos propios capaces de potenciar la fosforescente energía que irradiaba su vientre.


No todo fueron flores, pero aprendimos a respetar nuestros silencios y a cubrirnos de oscuridad durante un tiempo sin que se resintiera nuestra amistad, casi diría amor de no parecer imposible el amor entre dos seres tan diferentes, tan extraños el uno para el otro.


La noche que se quedó de repente sin luz no tuvo nada de especial. Pensé primero que alguna dolencia le aquejaba y que se repondría prontamente para fulgurar de nuevo como un astro nocturno.


Pasan los días y todo hace creer que goza de una salud perfecta. Incluso se la oye cantar, eso sí, otras canciones, nuevas canciones carentes de melodía y de sentido que brotan de la insólita oscuridad de sus entrañas. Nunca imaginé que las luciérnagas tuvieran fecha de caducidad.


domingo, 22 de abril de 2007

Ausencias 1


LA BUHARDILLA


...




Libre de ataduras, al fin libre, pensé el día que traspasé el umbral de esta húmeda buhardilla, entonces recién alquilada. Cerré la puerta, posé las dos maletas y medí bailando, lleno de júbilo, la distancia entre las paredes de sus dos únicas y reducidas estancias. No podía permitirme nada mejor pero era más que suficiente: un recibidor-cocina-salón-comedor y una habitación con baño incorporado. Sería suficiente para los dos. Con la puerta cerraba también una etapa de dudas, de ansiedad culpable, de deriva sin puerto a que arribar.


“La búsqueda de la felicidad es un deber irrenunciable”, me sorprendí sentenciándole a mi esposa la noche anterior, la última que pasé con ella, después de haber estado preparando esa despedida durante más de dos años. A la mañana siguiente emprendería una nueva andadura, en supuesta soledad, tras veinte años de matrimonio que nos habían vaciado de vida sin apenas darnos cuenta, enredados entre las letras del Banco y los cuidados de dos hijos que en su día y sin saber muy bien por qué habíamos decidido procrear.


Ni siquiera me habría percatado de lo muerto que estábamos si no hubiera conocido a Teresa. Una estudiante con ojos de gaviota embarrancada, adicta a la soledad y a la tristeza, aficionada al cine y mentirosa como un personaje de sí misma en una obra de ficción.


Sí, la cosa fue de cine. Nos conocimos en un cursillo de videocreación para aficionados, de esos que se hacen para escapar del tedio. Primero fue su voz y después su mirada... o al revés, no recuerdo muy bien. De repente sentí un deseo irresistible de sumergirme en sus pupilas acuosas y beber su tristeza, su soledad y a ella misma, sorbo a sorbo, para sentirla dentro de mí, de mi vida, de mi cuerpo, de mi alma... Supongo que me había enamorado.


Las paredes se estrechan día a día y van adquiriendo medidas de ataúd. Apenas cabe ya esta cama en la que estoy tirado, lecho que un día soñé compartido testigo de una pasión cercana a la locura. El water ha desaparecido por completo, junto con el armario empotrado. Lo sustituí hace tres días por esta bacinilla. Heces y orines rebosan ya para deleite de las moscas azules y las crujientes cucarachas que alegremente me acompañan en esta hora siniestra.


El recibidor-cocina-salón-comedor desapareció hace una semana y desde entonces no he probado bocado. Desfallezco. Tan sólo la bombilla quemando una luz sucia y la puerta de la calle que se desdibuja por momentos rompen el agobiante rosa de paredes y techo que un día no lejano pinté con la ilusión de un niño. El rosa es su color.


Mientras de la puerta comienzan a borrarse la cerradura y la manilla, aún imagino a Teresa entrando por ella, en el último instante, diciendo con su voz angelical “hola, mi amor, ya estoy contigo”. Y yo en este estado. Patético. Menos mal que por fin desaparecen los herrajes y las guarniciones de la puerta comienzan a fundirse con el rosa de la habitación.


Me queda el bloc de notas y el bolígrafo. Tal vez alguien me encuentre metido en una especie de sarcófago en medio del desierto. Sería en la pirámide del amor. ¿Existe una pirámide del amor? De no existir habría que levantarla. Tan sólo homenajean a los muertos. Creo que estoy desvariando... Bueno, si alguien me encuentra puede que le ayuden estas notas. Aunque, la verdad, a mí no me han servido de mucho.


PRESENTACIÓN

TIEMPOS PEORES

I

Recuerda, compañero,
el sibilante "spray"
coloreando el aire de la noche,
escribiendo en los muros,
en las paredes sucias de los barrios
consignas heredadas, reinventadas,
-"Libertad no es juego político
sino necesidad humana";
"La imaginación al poder"-
poemas urbanos bajo pálidas luces
amparados por nocturnos apremiantes:
recuerda, corazón de empuñadura,
vigilante mirada y acelerado paso,
sombra o luz una duda, un sobresalto,
presagio uniformado en cada esquina,
quizá sangre y dolor sobre el asfalto.

Recuerda, compañero,
la estatura cercana a las estrellas,
la comunal y cálida mirada,
la soledad al fin amortajada,
la inseparable dualidad humana
-unidad biológica / pluralismo social-
descubriendo su posibilidad,
en fraternal abrazo ensimismada
mientras la vida en derredor
parecía irradiar
promesas emergentes,
nuevos matices grises,
más claros cada vez,
insinuación de brillo, de color,
ascensión inminente hacia la luz.


Recuerda,compañero,
las pintadas aquellas en el muro
son indeleble huella en la memoria,
y a pesar de la lluvia,
a pesar de los perros callejeros
y del tiempo y del llanto y del olvido
nos perseguirán siempre, hasta los huesos,
aquellos gritos que juntos escribimos.

II


Recuerda, compañero,
las primeras reuniones clandestinas
en sórdidas trastiendas
de algún bar de la villa,
recuerda el peso de la voz,
la vívida ondulación de la palabra
batida sobre playas de esperanza;
recuerda el valor de cada hombre,
medida áurea del peso de su voz,
de su gesto y de su pensamiento;
recuerda la comunión de la locura,
la súbita ascensión a una utopía
que dejaba de serlo en nuestras manos,
manos llenas de amor, de fe en los hombres,
hombres sagrados, dioses creativos
capaces de enfrentarse a sus miserias
con digna aceptación, con valentía,
en abierto diálogo con su animalidad,
porque bestia y dios somos,
porque bestia y dios habitan nuestra alma,
porque jamás el fin justifica los medios.

Recuerda, compañero,
allí no había reyes ni vasallos
-"El poder corrompe";
"La humillación destruye"-
sino tan sólo hombres
dispuestos a opinar todos los días,
ser partícipes y dueños de su sino,
ser testigos presenciales de la Historia,
sujetar las riendas de su vida
y dirigir con valor su trayectoria.

Al margen
-¿acaso el margen éramos nosotros?-
hombres grises firmaban transiciones,
tímidas aperturas de moderadas voces,
remodelaciones programadas
del vasto escaparate,
y en el centro del mismo,
como una diosa afín por todos esperada,
de virginal satén e inocente mirada,
prisionera en su urna,
la diosa DEMOCRACIA.

Recuerda, compañero,
las voces así dichas,
con calor, con saliva,
aquéllas que clamaron
sobre yermos parajes desalambrando cercos,
aquéllas que forjaron innumerables puentes
a innumerables islas de carne y desconcierto,
acertadas o no,
cuando las invoquemos nos cederán su aliento.
Permanecerán siempre en nuestros corazones
por haber sido dichas con calor, con saliva,
solamente por eso, ¡solamente por eso...!
a pesar de haber sido escritas en el viento.


III


De la misma manera que no existe el olvido
sino el desvaimiento fugaz de la memoria,
-aliado inseparable de los cuerdos-
tampoco hubo jamás retorno alguno
sino incesante búsqueda ilusoria
de un tiempo más feliz con que salvar
altos muros de sombra y desmemoria.

Y a pesar de saber
que ningún tiempo pasado fue mejor
sino tan sólo un poco diferente,
-retazos de ausencias y distancias-
me empeño en construir tiempos peores.

Y a pesar de saber que mis fantasmas
-los viejos símbolos que juntos escribimos-
son testigos de un tiempo más real
sólo porque lo hacía real su intensidad,
la vívida emoción de mi extrañeza,
construyo y reconstruyo peores tiempos
bajo la tenue luz de las nostalgias
que iluminan mis hoy largas penumbras
de amargo desaliento...

...

CUESTIÓN DE ALTURAS

La vida de los hombres

está delimitada por alturas

y a cada cual le corresponde

una peculiar que lo caracteriza.

De tal manera hay hombres

de adoquinado rastro

que dejan tras de sí babosas huellas

de efímera belleza maquilladas

mientras otros ascienden libremente

hasta anudarse con las constelaciones

y prestarnos su luz

durante noches siglos de esperanza.

...

LOBO ESTEPARIO

Hay una sola estepa y tres heridas

en la lobuna piel que nos cobija;

una pregunta quién urdió a escondidas

el asombro de amar y dar la vida,

otra busca sentido a caminar

sobre un erial de llantos y de risas

y la tercera teme que el final

sea tan sólo el viento y la ceniza.

...

HOMBRE NUEVO

Me duele este hombre nuevo

que mide con dinero

la altura de sus pasos,

prisionero del tiempo

que paga algún salario,

dividendo o ganancia

para seguir mercando.

Me duele su sonrisa

de rictus mercenario,

su firmeza suicida

de emprendedor avaro,

su caudal de energías

sabiamente guiado

por sucios intereses

político-bancarios.

Me duele este hombre nuevo

tan viejo como el barro,

me duele su existencia

de lobo solitario

siempre en busca de presa,

insaciable, acechando.

Me duele su ignorante

deambular errático

en círculos nocturnos

sobre un paisaje helado,

cada vez más profundo

el surco de sus pasos,

hundido por el peso

de maletas y fardos

que torpemente carga

como cruz y sudario

impuestos por los nuevos

dioses de este escenario

donde si no eres lobo

terminas devorado.

...

MUCHEDUMBRE SOLITARIA

Una muchedumbre solitaria

recorre la avenida.

Retinas deslumbradas

por los escaparates.

Sueños cuadriculados,

ojos cuadricualdos

suplen a antiguos dioses.

Ahora el milagro existe:

puedes comprar altares

si es positivo el saldo

y orar cómodamente

sin bajar la cabeza,

sin devota humildad

porque te pertenecen

pues tú los has comprado.

Ya posees tus milagros,

milagros en tus manos,

es casi como ser

el dios de los enanos,

de aquellos aspirantes

que no pueden pagarlos.

Pero yo estoy seguro

que no te has preguntado

quién escribe el guión

y monta el escenario,

quién esculpe en tus ojos

sueños manipulados,

quién entroniza dioses

de un día, rebajados.

Los nuevos sacerdotes

venden su mercancía:

¡Más eres si más tienes,

¡¡compra, compra!!,

pues comprar es la clave

de quienes han ganado

y sólo quien triunfa

ha de alcanzar la Gloria

en el nuevo milenio

apenas estrenado!

...

REOS

Quizá vivir sea tan sólo

disponer de tu tiempo.

Tal vez debido a ello,

quienes vendemos tiempo

morimos un poco cada día,

o un mucho, pues es proporcional

y algunos de nosotros

vendemos por completo la jornada.

Ya casi nadie lucha

por disponer de tiempo.

Quien carece de empleo

clama al cielo por uno

y quien lo tiene busca

tarea adicional

para pagar más plazos.

Sé que es harto difícil

renegar del consumo;

bien sé que crea adictos:

también yo tuve amigos

y viví una aventura cotidiana;

también poseo ahora

ordenador y vídeo

y una tele en cada esquina

para ver y vivir

ajenas aventuras.

¿Qué hacer con tanto tiempo?...

Pensar es abismarse a uno mismo,

muchas veces a simas tenebrosas;

imaginar destruye el arquetipo

de realista hombre puesto en hora.

Consentidoras putas

-hay quien disfruta incluso-,

preferimos abrirnos bien de piernas

cada día en el tajo, sin demora.

Somos la imagen fiel de ese recluso

que al rebasar los pasos de su celda,

por temor a perderse, a ella retorna.