domingo, 22 de febrero de 2009

SOBRE HÉROES Y TUMBAS

- Escuchá- dijo, abastrayéndose y mirando al techo, mientras chupaba su cigarrillo.
Se oyó una música patética y tumultuosa.

Luego, bruscamente, quitó el disco.

- Bah- dijo-, ahora no la puedo oír.

Siguió preparando el café.

- Cuando lo estrenaron, Brahms mismo tocaba el piano. ¿Sabés lo que pasó?

- No.

Lo silbaron. ¿Te das cuenta lo que es la humanidad?

- Bueno, quizá...

¡Cómo, quizá!- gritó Alejandra- ¿acaso creés que la humanidad no es una pura chanchada?

- Pero este músico también es la humanidad...

- Mirá, Martín- comentó mientras echaba el café en la taza- , esos son los que sufren por el resto. Y el resto son nada más que hinchapelotas, hijos de puta o cretinos, ¿sabés?

Trajo el café.

Se sentó al borde de la cama y se quedó pensativa. Luego volvió a poner el disco un minuto:

- Oí, oí lo que es esto.

Nuevamente se oyeron los compases del primer movimiento.

- ¿Te das cuenta, Martín, la cantidad de sufrimiento que ha tenido que producirse en el mundo para que haya hecho música así?


Ernesto Sabato