lunes, 23 de mayo de 2011

CABALLO NEGRO

Llegaron con la noche, sobre corceles negros. Bajo la luz crepuscular atravesaron triunfantes las puertas de la ciudadela, cuyos goznes cedieron amables a su paso, e impregnaron el aire con el perfume de sus extraños cánticos.

La gente se refugió en sus casas, temerosa al principio; pero pronto corrió la voz de que no iban armados. ¿Quiénes eran? ¿qué buscaban allí? ¿qué querían de ellos?... La curiosidad los fue empujando lentamente hacia la plaza, donde se congregaron alrededor de la gran carpa que los guerreros habían instalado en su centro, resplandeciente como una luna llena. Antes de medianoche todos los habitantes de la ciudad se encontraban allí, esperando una señal, respirando una señal.

Los niños fueron los primeros. Comenzaron a cantar, en una lengua desconocida hasta entonces, bellas canciones que inexplicablemente a todos conmovían. Les siguieron los jóvenes y más tarde sus padres y sus madres y al final los ancianos entregaron también sus voces desgastadas al ritual de una música que parecía brotar de las entrañas de la tierra, de sus propias entrañas.

Entonces ocurrió: guerreros y guerreras salieron desnudos de la carpa y se mezclaron con la multitud invitándoles a cantar y a desnudarse. Esa noche vivieron como en su propio cuerpo los cuerpos de los otros. Y el alma, todas una, se sobrecogió gozosa al ritmo de las armoniosas melodías.

Al alba cesaron las canciones. Buscaron en la carpa y en todos los rincones de la ciudad amurallada. Ni rastro de extranjeros. Tan sólo aquel extraño, agradable perfume por el aire. Y los caballos, que les miraban atentos y arrogantes. Parecían decir “sube a mi grupa y conquistemos juntos una nueva ciudad”.

Y así lo hicieron. Llegaron con la noche, sobre corceles negros...

damego

lunes, 16 de mayo de 2011

RETRATO DEL ARTISTA EVANESCENTE

No ser no cuesta nada
nada cuesta llegar a no ser nadie.

Sin embargo buscamos no sólo
salir de la nada sino llegar a ser:
en la mirada, en los oídos
en el alma del otro dejar huella
sin embargo dejamos pedazos de ser
de nuestro ser, por compartir la vida.

Necios al fin porque sabemos
mejor que nadie, que al final somos nada.

Algunos señalados por los dioses
podrían dejar una pequeña huella
recordable tan sólo una milésima
de tiempo geodésico, inmortales
durante un siglo o acaso dos milenios.

Imperturbables para la seriedad
de un tiempo inagotable: el Sol?

Y sin embargo seguimos insistiendo
seguimos insistiendo hasta la muerte
para encontrar un sitio en la Memoria.

Viajeros al final de la noche
o al corazón de las tinieblas
en una conjura de necios
que no desean ser el extranjero
en un mundo que está bajo el volcán.

Aunque sabemos que nadie lee
platónicos poemas ni aristotélicos
designios matemáticos
y mucho menos tragedias de este mundo
donde sócrates no te sofocles que te esquilo
y eurípides con un mosqueo de la ostia.

Ni siquiera leemos a hamlet
no te metas con el negro celoso
deja que esto lo arregle don quijote
meándose en el ulises del gran joyce.

Retratos del artista adolescente
que jamás llegará a viejo en el mar
y mucho menos a gaviota embarrancada
y ni siquiera a salvador de don juan.

Mamamos de las tetas de virginia
que nunca aprendió a jugar al golf.

Intentamos seguir en el camino
pero sabemos que a pesar de los motores
al final nos espera la resaca de hank
chupando su enésima cerveza
y haciéndose una buena paja
a la memoria de la última mujer
que no fue capaz de meterse en su cabeza.

Sutilezas del amigo auster
desvaríos del memorable saramago
pero al final sólo espera la nada
imperturbable al tiempo que vivimos
en dos generaciones olvidados
discípulos vendrán y olvidarán.
Ya no estaremos.

Nos quedan los poetas, los pintores
las cuevas y volver a empezar.

No ser, no cuesta nada no ser nadie.

Y sin embargo... mejor que ser de alguien
borreguito, mesnada, jauría, predador.

Mejor que lo intentemos: ser nosotros.
En el camino dejamos lo mejor.

Aunque sólo sea para no ser de nadie
por los siglos de los siglos, milenios...
conjurados.

AL SUR

EL PAYASO AUTISTA

Le hubiera dado un abrazo, sólo por venir a visitarme, tan solo y perdido me encontraba.
Pero las drogas que me habían metido, para someterme y hacerme pequeñito, no daban tregua en mi cerebro para aceptar un mínimo de realidad.
De forma que yo apartaba en mi mente lo real de lo aniquilado por ellas y simplemente me vaciaba de pensamientos.
Uno no puede abrazar cuando no piensa.
Me habían convertido en un autista.
Claro que ahora, pasado el tiempo y un poco más sabios sobre la intelegencia autista, se puede creer que aunque actué como un vegetal, no por ello mis emociones y mi memoria eran ajenos a lo que estaba sucediendo.
Fue alucinante.
Mi ex apareció en mi casa, ya casa de soltero, y me explicó las consecuencias de mi marcha triunfal, de mi alejamiento familiar no me toques más los cojones.
Me dijo que había quedado un poco tocada y que lo mismo le daba que la matara o no, porque era totalmente insensible.
Que no había salido de casa en una semana por vergüenza a encontrarse con los vecinos, es decir, por temor a tener que explicarles su fracaso matrimonial, y que le importaba una mierda lo que me estaban haciendo, porque era lo que me había buscado y, sobre todo, lo que me merecía.
Yo la había invitado a sentarse en un sofá del salón y la escuchaba como quien oye llover, porque estaba tan colocado por las drogas que aquellos hijoputas me habían metido, que era como si me estuviera contando una película.
Me dijo que ya arreglaría lo de algún carnet o no sé qué ostias tenía con el coche prestado a uno de esos cooperantes, no sé siquiera si era mi carnet o los papeles del coche, no recuerdo más que sus palabras.
Me parecieron impropias de una mujer que llevaba un año poniéndome los cuernos y haciendo lo que quería con su vida, parecía que estaba claro que en nuestra casa, la que fue nuestro hogar sobraba uno y yo simplemente hice mi papel de salvador para que ella no tuviera que irse a la mierda.
Aquello fue realmente alucinante.
Y es que me hizo dudar de cuál de los dos estaba más loco, lo mío sabía que era por las drogas, pero lo de ella...
Y aún pensando que la hubieran inducido a contarme todo aquello, qué esperaban de mí, si ni siquiera era capaz de articular un hola, gracias por venir, no te esperaba...
Esas eran las terapias de los amigos. Cuánta ayuda. Dan ganas de cagarse en todas sus madres, en todos sus muertos...
De manera que a tragar y a irse, colegas, cada vez más lejos, sólo porque no me hice pequeñín a su debido tiempo, como me explicaría también el hijoputa que tenía confiscados los papeles cuando le fui a buscar con mi hija, de fin de semana, en un polideportivo donde daba clases de aerobit, las mismas que le daba a mi ex y en cuya clase apareció el paracaidista, un chulo bailador de discotecas, preparado para el asalto hormonal de mi hembra, me dijo demasiado tiempo, no me gusta perder el tiempo, lo vuestro no tiene remedio, tras yo decirle que se había comportado como un gran hijoputa con ella: sus supuestos amigos la habían abandonado.
Claro, que eso sólo sería un lapsus temporal en su imaginación de ninfa enloquecida, porque no tardaría en echarse otro novio.
Por eso yo seguí sin explicármela, aquella visita, la verdad es que parecía conmocionada...

viernes, 13 de mayo de 2011

GÉNEROS DE VIOLENCIA

> “Contigo no me apetece, cariño, lo siento”. “¿No
> puedo recibir a mi amigo por la noche?... pues
> también podría mamársela por la tarde, mientras le
> invito a un café”. Frases lapidarias que pueden
> desencadenar una tormenta. El maltrato psicológico
> femenino es un fenómeno en crecimiento exponencial
> que no se tiene en cuenta a la hora de elaborar las
> estadísticas de maltrato de género.
> La exacerbada violencia con que responden algunos
> hombres ante las provocaciones de sus parejas,
> seguramente no tengan justificación alguna. Pero
> habría que considerar si esas personas que hasta
> entonces se habían comportado con normalidad, sin
> antecedentes violentos en su entorno social, no
> actúan así y llegan hasta el asesinato motivados por
> algo más que un mero instinto de propiedad de la
> hembra.
> En una sociedad en que las barreras sociales y
> religiosas han sido superadas y los tabúes sexuales
> eliminados del subconsciente, en una sociedad laica
> con plena libertad sexual y medios adecuados para
> una higiene y prevención sexuales satisfactorias, en
> una sociedad en que prácticamente se han eliminado
> las etapas previas de conocimiento personal, el
> noviazgo, la seducción y otros “contratiempos”, en
> una sociedad donde las mujeres tienen una importante
> ventaja sobre el hombre en la elección  y sobre todo
> en la decisión de practicar el sexo esporádico,
> casual, de una sola noche, cuando les apetece y
> donde les apetece, en una sociedad así, ¿no correrán
> un riesgo previsible cuando se comprometen con un
> sólo hombre y le ofrecen fidelidad?
> ¿Tendremos que pensar que todo vecino e hijo de
> vecino es un asesino en potencia, que sólo está
> esperando que le toquen un poco las pelotas para
> liarse a puñaladas con el amor de su vida?
> ¿O habremos de pensar también y más justamente que
> el acceso de la mujer al mundo laboral, su
> independencia económica e ideológica, su libertad
> para moverse en círculos personales cada vez más
> amplios y desvinculados de la vida de su pareja, le
> permiten crear relaciones amistosas que terminan en
> infidelidades de todos los colores?
> ¿Y qué explicaciones dan esas mujeres a sus maridos
> cuando estos llegan a enterarse, por activo o por
> pasivo, porque te lo sueltan a la puta cara o porque
> llevan tres meses sin mirarte a la cara? ¿O acaso no
> tienen deber alguno de ofrecer una explicación?
> Cambiemos el modelo social, seamos honestos y
> empecemos a diseñar triángulos, cuadriláteros u
> orgías de fin de semana donde todo se ve y todo se
> sabe y nadie resulta engañado. Pero mientras
> continuemos pensando que la parejita, el matrimonio,
> la familia celular forman la cimentación de la
> sociedad y el paradigma de la felicidad, tendremos
> que atenernos a unas normas tácitas de fidelidad y
> respeto mutuo.
> El hecho de que las mujeres se sientan
> irrefutablemente apoyadas por la ley, porque a los
> legisladores les interesa contar con sus votos, no
> les da derecho a erigirse en únicas víctimas, ni
> siquiera en los casos de asesinatos, en los que la
> mayor parte de las veces el agresor termina
> suicidado. O bien jodido para el resto de su
> desgraciada vida.
> Pienso que se está extrapolando un problema derivado
> de la ruptura de las condiciones de un contrato,
> hacia extremismos antropológicos que en las
> sociedades modernas están más que superados. Y si
> bien es cierto que no se trata de un contrato
> cualquiera y  que intervienen en el mismo factores
> emocionales y subjetivos de difícil articulado y
> consideración, no es menos cierto que a todos nos da
> de patadas en la barriga el hecho de que nuestros
> socios nos engañen y no cumplan con sus deberes, y
> con su palabra. Y que además se queden con todo.
> De modo que ampliemos un poco más el debate público,
> sin escudarnos en los intereses políticos
> coyunturales, y creemos un espacio de honestidad
> donde encontrar verdaderas soluciones a esta lacra
> de nuestro tiempo. Eso si queremos llegar a viejos,
> y bien acompañados…

SALVADOR

La primera vez que me enamoré tenía quince años.
En lugar de declararle mi amor, bailé con ella un par de piezas en una romería y me fui con los amigos.
No me la quitaba de la cabeza, así que le escribí una carta anónima, usurpando unos archivos nominativos y domicialiarios que no vienen a cuento.
En ella le advertía de lo cabrones que éramos los chicos y que anduviera con cuidado con el lobo feroz.
Ella estudiaba bachillerato y yo ya me codeaba con los cabronazos de la formación profesional, una pila de perdedores o de hijos de perdedores, pero el caso era lo mismo: unos padres que no podían pagar nuestros estudios para la clase media. Unos pringados del tardofranquismo que aún nos seguiría agarrando las pelotas durante mucho tiempo, incluso tras la muerte del dictador, todo atado y bien adornado.
Ahora pienso que fue por eso, porque me sentía inferior. Aunque sobre todo era más tímido que otra cosa.
Pocos años más tarde me descubriría, ya ganando un buen sueldo gracias a haber perdido, aconsejando a un colega para que no dejara a su novia, que estaba loquita por sus huesos pero estudiando derecho, que no, que no importaba una mierda, que él podía ser tornero o mecánico o fontanero y su mujer no lo iba a despreciar por eso.
El amor supera todas las barreras, amigo mío, no se para en cochinadas monetarias ni alternes universitarios.
La dejó.
No quería salvar a nadie.
Mientras tanto la chica de la que yo estaba enamorado, que por supuesto nunca respondió a mi carta, jeje, cómo hubiera podido, empezó a salir con un chavalete del barrio más majo que las pesetas, de la izquierda moderada.
Unos años más tarde lo encontraría casado con ella, ella esquivando mi mirada, él agente de seguros o algo así, nos saludamos en el bar, les invité a las copas y me fui.
A ella no se la veía muy alegre, seguía con sus ojeras y su hermosa carita de cordero para degollar, pero yo sabía que estaba con un buen tipo.
Así que me dije, ves, una que salvaste.
Lo mío con las mujeres es demencial.
Tenían que haberme puesto de nombre Salvador.
Bueno, pues el caso es que a los dieciocho me enamoré otra vez, normal, la testosterona saliéndome por las orejas, me ligué a la más bonita del baile, le hice la corte, le hice chantaje, le hice de todo finalmente.
Ella estaba a esas alturas muy enamorada, le encantaba nuestra intimidad, pero esperaba recoger la cosecha, se lo leía entre líneas.
Y allí estaba yo, a los veinte, medio borracho en un bar, ofreciéndole matrimonio, harto de sus quejas sobre la mala vida que llevaba en casa y el trabajo que le costaba convencer a sus padres para que viniera a verme los jueves, a echar el polvito de entresemana, señores, que no era moco de pavo.
La salvé.
También la salvé, pero esta vez fue conmigo y para muchos años.
Una zorra que se llamaba amiga intentó hacerme comprender, después de separarados, que no, que nunca estuvo enamorada de mí en esos veinte años, ni siquiera el primero, que sólo había estado enganchada.
Joder, pues vaya enganche, no salíamos de la cama más que para comer, en casa o fuera con los amigos.
Esa zorra, que no voy a citar, le hizo a su hombre el mayor chantaje que se pueda imaginar: o tu madre o yo.
Ostias, porque a mí me hicieron el de tu amigo o yo, pero me cuesta imaginar qué hubiera hecho si me dan a elegir entre dos mujeres, una la que me echó al mundo, y otra la que me está jodiendo.
Y es que las mujeres cosechando...
Y es que los hombres sembrando...
Bueno, vamos a dejar la tragedia, porque al final la vida si no es enfermedad es alegría.
La muerte nos iguala, así que esa vamos a dejarla aparte también.
Sólo recordar que aquella zorra tenía y tiene muy mala leche, que todas las mujeres no son iguales, por supuesto, hasta que las circunstancias les obligan a parecerse, y que la mía vivía conmigo al margen de esas maldades supremas, más bien parecía feliz o medio tonta para los que llegaban a conocerla, al principio, porque la pobre era tan ignorante de la vida que vivía un cuento de hadas, nunca leyó un periódico ni entendió de qué hablaban los políticos en el telediario.
Se volvió mala cuando la dejé sola.
Cuando empecé a volver a casa a la hora que me salía de los cojones y entablar amistades con gente más joven, hasta entonces todos nuestros amigos los había elegido mayores porque me parecían más interesantes.
Hasta que dejaron de serlo, quizá envejecieron prematuramente.
Y ella se había sentido segura.
Pero la jodienda es lo que tiene, nunca puedes dejar de follar a tu hombre porque si no lo follas tú se lo va a follar otra.
Biológicamente.
Y para saber si la cosa era biológica, no hay mejor manera que lanzar otro toro.
Nunca le digas a un amigo mi mujer no me folla, estoy desconsolado, ojalá que follara aunque fuera con otro. Porque seguro que le encuentra un semental. No se lo digas a no ser que la quieras salvar.
El torito llegó, vio lo que había y venció.
Después se largó, cumplida su misión.
Mi mujer había empezado a follar de nuevo.
La salvé.
Mis amigos me habían dicho no vale tener celos, luego no nos vengas con que estás celoso. Vamos a hacer esto por vosotros. Y no hace falta que nos lo agradezcáis, nosotros somos gente legal, cooperantes, oenegeros, y si podemos ayudaros lo vamos a hacer.
Pero no me explicaron cómo se soporta una mujer al lado, en la misma cama, diciéndote que sí, que sí con el otro pero que contigo no le apetece hacerlo. Durante más de un año.
Además, había cambiado tanto que ya no reconocía a la persona que vivía en mi casa e intentaba compaginar su nueva vida alborotada con el cuidado de dos hijos, como si el subidón de sexo y libertad la hubieran alejado hasta de ellos.
Dejé de salvarla: me fui de casa.
La tercera vez que me enamoré fue a los cuarenta. Más o menos por aquel tiempo.
De una niña de veintitrés, triste y llorona, blanca casi transparente, volátil, cualquier vientecillo del norte parecía que se la fuera a llevar por el aire, sin amarras, sin sujección alguna.
Voy a salvarla, dije, pero como muy bien dejaron caer sus colegas, los de ella, comediantes, en un cuentacuentos, con uno de los cuentos reformado expresamente para mí, que estaba allí presente esperando por ella, esperando que mi tormenta amainase y al fin poder sujetarla por el talle, ¡¡las salvo a todas, las salvo a todas!!: dijo el machista.
Yo era el machista.
A esta no le envié solamente una carta, esta vez bien identificada, sino que le dediqué un libro de poemas.
Con cuarenta años.
En vez de echarle un polvo como es debido, como ella, como todos esperaban.
Tampoco la salvé, por unos pelos, por unos polvos...
Y ahora, encanecidos mis cojones, que se salve quien pueda.

TECTÓNICAS

Parece que no andaba muy descaminado y las placas tectónicas geodésicas se mueven al mismo ritmo que las geopolíticas. Vamos, que nos están tocando los cojones.
Pero no es sólo un terremoto aquí, por cierto en uno de los lugares más fachas de nuestro territorio. Es además que a nosotros también nos toca hacer una nueva revolución.
La revolución contra la indigencia intelectual, más que la otra, porque sabemos que estamos en un país donde nadie se muere de hambre y el acceso a la sanidad pública es universal.
Me pregunto hasta cuándo, si seguimos así de entretenidos con el pan y circo, el circo sobre todo protagonizado por el fútbol, pero incluso en los intermedios nos lanzan mensajes subliminales y contiendas de unos políticos más preocupados por continuar unos y por tomar al asalto otros la oportunidad de alzarse con el poder.
Para algunos es cuestión de dinero y para otros es cuestión de pelotas, porque no se corren sin un país que gobernar.
Por muchas mamadas que les hagan sus cuestionables seguidoras de macho pa mandar. Durante las campañas electorales, con todas esas sobredosis de testosterona, no son pocas las que caen en los brazos y en los bajos de tamaños próceres verborreicos. Y sus mujeres, que no tienen un pelo de tontas, inician sus divorcios. El abogado les recomienda que esperen a ver qué pasa con los electores, porque no es lo mismo ganar que perder y ganar supone ganancias para todos.
La clase política.
En un mundo supuestamente desclasado, donde todos somos iguales, pero unos más que otros y a ellos y a sus hijos y a sus parientes y a sus pocos amigos no les alcanza nunca la catástrofe.
Ni el paro, ni el deshaucio ni la indiferencia de los bancos.
Aquí hemos visto de todo, no sólo el primer terremoto serio desde hace décadas ahora, sino tambían cómo nos la metían los Rumasa dos veces en dos generaciones consecutivas y cómo salvábamos a los bancos y las empresas con dinero público por miedo a que la cosa fuera a mayores, por miedo a otra crisis macroeconómica como la del veintinueve en estados unidos, y cómo han sido tan listos como para haberse diversificado lo suficiente y que nos la comamos al otro lado del charco.
Porque ellos han salido, no se ha tirado nadie por la ventana esta vez, gracias a su previsora arquitectura económica, no olvidemos que son los únicos premios novel del planeta en materia económica, y nos han dejado toda la mierda en el jardín.
Junto con los cabronazos que tenían sus buenas conexiones inmobiliarias, aseguradoras y bancarias gracias a sus avales políticos, porque, seamos claros, ningún alcalde elige a un concejal de urbanismo que no le sea fiel y del cual vaya a pillar una buena tajada. Y menos aún a su asesor económico. No en ningún país, pero menos en éste, donde la economía estaba basada en el ladrillo, aparentemente compacto pero tan volátil al fin en una economía virtual, donde la bolsa non sona.
El turismo y el ladrillo, el turismo y la compra de ladrillo, el turismo y la creación de empresas fantasmas basadas en el ladrillo.
Porque tenemos un gran país, donde la sanidad es gratuita y de gran calidad, donde muchos turistas se hicieron arreglos de todo, desde impotencias a liposucciones si dabas con el equipo ideal.
Con la clase política.
Yo te lo arreglo, míster, tú a invertir.
Y cuando vieron que se jodía la cosa en el imperio, simplemente les dijeron a sus asesores financieros que pusieran a salvo la pasta, no vaya a ser que unos pringados de currelas nos quiten lo que tanto esfuerzo nos ha costado robar.
Esforzados en imaginar cómo robar a toda prisa aunque les costara muchas copas con los inversores, algún hígado maltrecho y un que otro matrimonio destrozado.
Esos son los líderes que vamos a votar. Con el chantaje de su pasta en paraísos fiscales. La traigo si me sale de las pelotas.
Hace falta otra revolución en Occidente, no sólo en el Magreb, estos por pedir lo que tenemos y nosotros por exigir una buena limpieza en las alturas, donde parece que no llega ni dios.
Y que se muevan las placas, con perdón de los damnificados, pero parece que es la única manera de frenar a las nucleares y remover nuestras conciencias: saber que aquí, también, o hacemos las cosas bien o nadie estará a salvo. De unas placas y otras.


GEODÉSICOS

XUEGOS

VOLÁTILES

REOS

REOS

Quizá vivir sea tan sólo
disponer de tu tiempo.

Tal vez debido a ello,
quienes vendemos tiempo
morimos un poco cada día,
o un mucho, pues es proporcional
y algunos de nosotros
vendemos por completo la jornada.

Ya casi nadie lucha
por disponer de tiempo.

Quien carece de empleo
clama al cielo por uno
y quien lo tiene busca
tarea adicional
para pagar más plazos.

Sé que es harto difícil
renegar del consumo;
bien sé que crea adictos:
también yo tuve amigos
y viví una aventura cotidiana;
también poseo ahora
ordenador y vídeo
y una tele en cada esquina
para ver y vivir
ajenas aventuras.

¿Qué hacer con tanto tiempo?...
Pensar es abismarse a uno mismo,
muchas veces a simas tenebrosas;
imaginar destruye el arquetipo
de realista hombre puesto en hora.

Consentidoras putas
-hay quien disfruta incluso-,
preferimos abrirnos bien de piernas
cada día en el tajo, sin demora.

Somos la imagen fiel de ese recluso
que al rebasar los pasos de su celda,
por temor a perderse, a ella retorna.


damego

lunes, 9 de mayo de 2011

VIAJEX

PASADIZOS

Los pasadizos del chantaje son oscuros y de un olor nauseabundo.

El chantaje adopta formas inhumanas, impensables... inimaginables no, porque la imaginación, como sabemos, es eso que sólo puede superarlo la realidad y os aseguro que lo que os cuento es tan real e inhumano como pueda llegar a serlo el pensamiento:

He visto coños como catedrales góticas disparar misiles balísticos tierra-aire y alcanzar plenamente su destino.

He visto besos como losas pavimentando fríos atardeceres sin una puta noche que llevarse a la luna.

He visto abrazos pulpo sintinopuedovivir anunciado un alba sembrador de insomnios.

He visto amaneceres de marmórea inquietud y huidas bajo la nieve hacia la muerte en los bosques invernales.

He visto morir el amor a manos de los chantajes más viles jamás imaginados.

Y he cerrado los ojos.

PARADIXE

sábado, 7 de mayo de 2011

MONOTEÍSTAS

Cada doscientos o trescientos años suceden cosas inesperadas. En nuestra Historia.
Pasamos del Renacimiento a la Ilustración. De la Monarquía autárquica, aliada inseparable de la Iglesia, a la monarquía democrática y constitucional. Y supuestamente laica.
O directamente a las Repúblicas, aquí no nos dejaron.
De manera que sin saber cómo ni porqué la mentalidad de las masas muda y se echa a la calle a gritos para cambiar lo que los políticos de ayer y de hoy no podrían cambiar en miles de años, con toda su verborrea y sus presupuestos programáticos para que todo siga igual o parecido.
En algunos momentos de la historia ya no valen sus consignas moderadas de conservadurismo o moderado reformismo, porque les han tocado las pelotas a todo el mundo, a unos y otros, y la gente ya no puede soportar tanta desidia de las clases dirigentes.
Esto se aprende a dos velocidades.
Estamos los que hemos vivido dos guerras mundiales, varias revoluciones, aprendido a leer y aprehender los servicios de los grandes filósofos y escritores de occidente, y los que no, porque esos libros están todavía prihibidos en sus países. O ni siquiera les han enseñado a leer, para qué.
El mundo es disparejo.
Pero tengamos en cuenta que para ser tan listos en occidente nos hemos matado unos a otros durante mucho tiempo y muchos millones de personas. Muertas.
O sea que somos potencialmente grandes asesinos, es más, aún lo seguimos siendo.
Aunque en otros escenarios.
El gran milagro de occidente no pasa por haber olvidado nuestra religión, que muy bien la utilizamos para machacar a los infames diablos que atentan contra nuestra supremacía global, que acosan nuestro bienestar y nos amenazan con subir el precio de su gasolina. Porque es suya, la nuestra la guardamos por si acaso.
El gran milagro es que nos pasamos la religión por el forro de los cojones, que no va a misa ni dios, que se cierran los seminarios, que hemos alcanzado en la ciencia y en la política supuestamente democrática una religión más llevadera, que nos proporciona un bienestar tangible y prometedor de mejores curvas, tanto eróticas como mercantilistas, y el mundo se nos vuelca así menos aburrido y más iconoclasta.
Pero claro, eso a base de buenas relaciones con el tercer mundo, donde en despiadadas incursiones humanitarias ofrecemos una cocacola o una lata de comida con abrefácil en la mano derecha mientras en la izquierda les seguimos robando el petróleo, el uranio, el coltrán... a precio de usureros mercantiles.
Los judíos, también, por supuesto y que yo sepa somos las dos religiones monoteístas que tienen dinero para prestar y para regalar a los pobrecitos hambrientos que no terminan de salir de la edad media.
No sé si los judíos de hoy en día pasan tanto como nosotros de sus arcaísmos y de tanta vaina, me imagino que sí, que ya habrán olvidado la esclavitud con los egipcios y la masacre nazi, lo mismo que nosotros hemos olvidado el circo romano con los leones y la flamígera persecución inquisitorial . Más bien son ellos ahora los genocidas, aplastando al pueblo palestino hasta echarlos al mar, sin milagros, y robándoles sus fincas de cientos de años, porque no todos eran transhumantes del puto desierto. El agua está debajo, si hubieran conseguido la tecnología punta que ellos tienen ahora seguro que hubieran sido más sedentarios y convertido en vergeles su arena. Y los yanquis lo habrían tenido más jodido a la hora de pagar con tierras prometidas el dinero prestado por la banca judía para luchar contra los nazis.
Puede que hasta los norteamericanos hayan olvidado el desastre de su guerra incivil, la prohibición del alcohol y la persecución bruja anticomunista. Pura inquisición importada.
Pero el caso es que nos lo recuerdan cada poco tiempo. Con películas, con novelones de ochocientas páginas y a ratos en todos los medios informativos oficiales. Y ganan mucho dinero con ello.
Pues bien, a lo que iba, sólo hay una religión monoteísta que no ha salido de la edad media. Todos sabemos cuál.
Puede que ahora lo consigan mediante una primera revolución en el norte. Van a otra velocidad, démosles tiempo, no sólo bombardeos.
Puede que por primera vez alguien se haya fijado en que para salir de la edad media hay que dejar atrás la religión. De un lado y otro. Unos y otros dioses. O de primeras que aprendan a separarlos de la política.
Puede que algún mierdecilla de la cia asesina o de la nsa vigilante o de la nato galáctica o de la cagon su puta madre haya entendido que los amigos se vuelven enemigos y que es mejor una democracia manejable, pero sin religión, abocada a la modernidad, a la ciencia, al olvido de tantas guerras religiosas y estúpidas en las que ya casi nadie cree. Y los que siguen creyendo es porque se mueren de hambre o de olvido. La mayoría no saben leer, tienen bastante con procurarse la comida y el agua para sobrevivir.
De cualquier manera va a ser estupendo.
A partir de una sociedad global laica llegaremos al desarme y a las bocas llenas, saciadas, y al agua como un bien común, planetario, donde llueva para todos, y a llegar algún día a entendernos.
Sin diablillos, ayer los comunistas, hoy los islamistas, mañana qué... para seguir justificando la injusticia, los cambios bursátiles y finalmente la depredación del hombre por el hombre.
Ingenuamente,

viernes, 6 de mayo de 2011

IN MEMORIAM


SOBRE HÉROES Y TUMBAS

- Escuchá- dijo, abstrayéndose y mirando al techo, mientras chupaba su cigarrillo.

Se oyó una música patética y tumultuosa.

Luego, bruscamente, quitó el disco.

- Bah- dijo-, ahora no la puedo oír.

Siguió preparando el café.

- Cuando lo estrenaron, Brahms mismo tocaba el piano. ¿Sabés lo que pasó?

- No.

Lo silbaron. ¿Te das cuenta lo que es la humanidad?

- Bueno, quizá...

¡Cómo, quizá!- gritó Alejandra- ¿acaso creés que la humanidad no es una pura chanchada?

- Pero este músico también es la humanidad...

- Mirá, Martín- comentó mientras echaba el café en la taza- , esos son los que sufren por el resto. Y el resto son nada más que hinchapelotas, hijos de puta o cretinos, ¿sabés?

Trajo el café.

Se sentó al borde de la cama y se quedó pensativa. Luego volvió a poner el disco un minuto:

- Oí, oí lo que es esto.

Nuevamente se oyeron los compases del primer movimiento.

- ¿Te das cuenta, Martín, la cantidad de sufrimiento que ha tenido que producirse en el mundo para que haya hecho música así?

Ernesto Sabato

jueves, 5 de mayo de 2011

MOSTRADAMUS

TURBULENCIAS

LA CRUZ

LOS NIÑOS HERIDOS



Los niños son
como flores silvestres
o como pájaros
sonorizando el árbol
de los atardeceres
o como regodones
que el río en su pasar
pule y desgasta.

Es decir, son de todos
y son de todas partes.

Son pedazos de mundo
que viven el futuro.

No tienen etiquetas
ni marca registrada
ni ficha en el archivo
ni evaluación psiquiátrica
ni condecoraciones.

Por eso
cuando matan a un niño
las margaritas todas
inclinan sus corolas,
los gorriones entonan
silenciosos presagios
sobre las arboledas,
las corrientes abrazan
las redondeces pétreas
en un duelo fraterno...

...y las madres derraman
sus interrogaciones
para decir al fin:
menos mal, no fue al mío.

LA CARA

ALGO HABRÁ QUE DECIR

Algo habrá que decir

si hemos nacido,

decir, por ejemplo,

que nos nació el amor,

que nos besó otro cuerpo,

que anduvimos buscándolo

más tarde,

a tientas, medio a oscuras,

para sembrarlo entero

de caricias aéreas;

que la noche fue larga

pero hubo algunas luces,

que nos cegó una estrella

y nos mantuvo errantes,

camino hacia la nada

hasta encontrar quizá,

¿quién sabe de estas cosas?,

el cielo constelado,

la vida enamorada.

Algo habrá que decir

si estamos vivos,

decir que hemos luchado

por un mundo mejor,

por vivir lo soñado;

que el trabajo no pudo

quebrantarnos la voz,

rompernos las espaldas,

con dios, explotadores,

nos han brotado alas.

Decir además

que no estuvimos solos

todo el tiempo,

que tuvimos amigos,

compañeros del alma

que el viento lleva o trae,

viajeros de paso

que habitan la memoria

y siembran la nostalgia.

Y decir al final

que lo hemos hecho todo,

es decir, casi nada,

y un ¡¡viva la eutanasia!!,

morir con dignidad,

algo habrá que decir

si aún no hemos muerto.

TERRARIO

miércoles, 4 de mayo de 2011

PROTOZOARIOS

ETERNAMENTE

Si alguna vez te dicen que estoy muerto
no lo creas
revisa bien registros, defunciones en prensa
contrata un detective que persiga mis pasos
los últimos que aún van dejando  rastro
averigua en qué país te espero, amada mía
y si ni aún con eso llegaras a saber de mi vida
rebusca en los bahúles de mi historia
allí he dejado escrito que soy el inmortal
mientras tú vivas te seguiré esperando
no ha de pasar el tiempo entre nosotros
te soñé un vez ligera como el aire
aupada por mis brazos a la luz
pero no era el momento de volar, mi amor
ni de sentirte enorme enredadera
aún debía desandar el camino
para el que había sido destinado
en mis brazos una mujer sin vida
y dos hijos a los que hoy, todavía
no acabo de arrancármelos
pura vida, cariño, qué podría ofrecerte
si tan ágil y olvidadizo fuera
y en el primer asalto de tu vida
en la mía, sólo olvido mostrara
por aquellas personas tan queridas
sangre que compartimos, de ti nada sabía
más que por encima de la sangre estabas
quizá primera sangre sembrada en esta tierra
que aún me quema las venas
y fluye de inmortal esencia
manantial que alimenta mi edad y mi osadía
jamás creas a nadie que te diga estoy muerto
pues no puedo morir
sin tenerte en mi ser, presa de mi locura
y no me eches la culpa por mi forma de ser
pues ella fue culpable además del amor
esclavos somos de vicios y desmanes
que nuestro cuerpo exige para gozo del alma
y sólo han de cambiar nuestras bocas unidas
mi lengua en tu saliva, tu dulce compañía
recuperar por siempre el beso que nos una
y entre tus brazos ser lobo y ternura
nunca me des por muerto, tú investiga.