sábado, 8 de mayo de 2010

FUTURMISMO

Y así es que llegamos a la noche de los tiempos, que en principio no tendría que arrojar menos luz que cualquier otra noche anterior o venidera. Una noche más.
Si los jóvenes lo ven más claro, debido sobre todo a su inocencia, o si los mayores lo vemos con mayor suspicacia debido a nuestra paciencia, cuando no a nuestra experiencia, no son figuras que realzar sobre el tablero.
Lo realmente importante no es la edad, precisamente, sino la perspectiva que tomamos de la realidad en cualquier edad posible de nuestra mente.
Así es que coexisten seres con una capacidad de análisis envidiable para edades tempranas, con otros que se mueren sin saber siquiera de qué coño estamos hablando.
Vomitan los volcanes, vomitan los pozos de petróleo submarinos y todos los gurús se parten el culo de la risa y por fin decretan el apocalipsis esperado.
Pero lo realmente objetable es que no somos inmunes a la propia naturaleza que nos dio el ser, ni tampoco a la abominable explotación de los recursos que algunos de nosotros utilizamos para conseguir dinero y poder, sin garantía alguna de que todo ese esfuerzo se venga en contra nuestra: incluso de quienes ostentan el poder, pagan las inversiones y anhelan un futuro mejor para sus hijos -nunca para los nuestros-, para sus herederos.
Puede ser que este texto carezca de una defininición clara y esté tan sumergido en las putas tinieblas de los que juegan a la bolsa con volcanes, mareas negras, inmobiliarias, bonos del estado y cosas por el estilo, como en la misma bruma se puedan encontrar ahora mismo aquellos que les siguen el juego, en el mismo tablero... Yo no soy su madre virginal enviada del cielo para que lo entiendan...
Pero sí quisiera enviarles un mensaje: no se puede dar por culo sin acabar comiéndote tu propia mierda, no si lo hacéis con ese énfasis y esa gallardía que ostentáis para ser los mejores folladores del planeta.
A buen entendedor, salud...
Y, sobre todo, comediantes del mundo, mucha mierda.