lunes, 25 de abril de 2011

CARTA DE AMOR DESEMBALADA

Mecánico cuántico de mi ser
reviso día a día mi organismo
hablo de tú a tú a mi corazón
repaso mis riñones y mi hígado
me llevo como dios con mis pulmones
y gimnasta que soy conservo el ritmo.

Un universo en mí yo soy su guía
dirijo sobre todo complejas operaciones cerebrales
donde viejas neuronas van a la alcantarilla
y otras nuevas recrean instintos viscerales
donde llegar a viejo no es parte de mi vida.

Como niño prodigio propago en mí bondades
de células mejores que serían la envidia
de cualquier jovencito de ideas triunfales.

Mi otoño bien llevado aún conserva la risa
y otros bienes sanguíneos y también hormonales.

Me quiero y me deseo onanista a raudales
desde que yo recuerdo con mujer o sin ella
siempre para mis pajas me forjé buenos planes.

Mucho mejor con ella sin prisa dale y dale
que rezumen los poros compartida agonía
y verse en otros ojos desandar el camino
que el sexo nos retrae de la muerte a la vida.

Pero no corren tiempos de amar a todo riesgo
porque las chicas andan cada día más finas
un día te levantas ya pasado algún tiempo
te miras el ombligo cual cualquier otro día
y sólo la pelusa te queda en compañía.

Que le dio un amiguete o te volviste feo
que caíste muy bajo o andabas muy arriba
cualquier excusa vale y eres tú el egoísta.

Mujeres cuando llegan más no pierdo mi ego
y aunque perdí mis hijos mi casa mi camisa
guardo las pelusillas del ombligo y reviso
cada día mi páncreas mi bazo mis amígdalas...

Ese universo mío reconocible y sabio
que cuando algo anda mal siempre me avisa
cuando hay un infiltrado que intenta entrometerse
entre lo que deseo y lo que necesitan.

Celularmente...