viernes, 15 de mayo de 2009

EN EL DÍA DE HOY

Informe preliminar:




En el día de hoy, considerando que el sujeto, tras casi nueve años de tratamiento dentro de los diez estipulados por la policía psiquiátrica para su posible reinserción, no presenta síntomas de recuperación, recomendamos la inmediata finalización del plan y la devolución de su libre albedrío para evitar males mayores, ajenos a nuestra responsabilidad como meros ejecutores programáticos, pero a la vez basándonos en las siguientes consideraciones muy a tener en cuenta para otros posibles fracasos metodológicos:





a/ El sujeto siempre fue consciente, desde la primera intervención, de que le estaban inoculando un cóctel de drogas psicotrópicas y neurolépticas en el organismo sin su consentimiento, con la intención de deprimir su estado de ánimo y variar su percepción del mundo.





b/ El sujeto, ya en el primer año de tratamiento, dio cuenta a nuestros agentes de campo de saber que lo estaban manipulando y que podía utilizar esa tortura que le infligían, que incluso le impedía dormir, a favor de sí mismo, en lugar de creerse esquizofrénico, finalidad ésta que persigue el programa para provocar el terror y la total entrega del sujeto como "paciente".





c/ El sujeto, una vez incapacitado por nosotros para la vida laboral y desvinculado de todo contacto emocional con familia y amigos, pidió ayuda legal al cabo de cinco años a su abogado local para librarse del tratamiento. Ayuda que se le denegó por connivencia del bufete con la policía psiquiátrica.





d/ El sujeto, una vez capacitado para el retorno y siempre consciente de que nuestra red se extendía a nivel nacional, conocimiento directo que tenemos por revelaciones de agentes foráneos, se instaló en una posición privilegiada para esperar nuestra respuesta.





e/ El sujeto intenta, al cabo de siete años y pico, el acercamiento y la recuperación de su propia vida y su libre albedrío. Ante nuestra negativa a suspender el tratamiento, utiliza por primera vez la vía violenta para presionarnos, tras una tentativa del equipo local de coerción por sobredosis, y es en todo momento consciente de que le están inyectando esas drogas y manipulándolo para que elija un determinado camino.





f/ El sujeto, superada la etapa de suicidio o incriminación delictiva y recuperada casi totalmente la consciencia debido a la reducción protocolaria en los niveles de administración de fármacos, demuestra unas coordenadas mentales muy difíciles de evaluar, que tanto pueden desencadenar más violencia como la decisión de utilizar la vía legal con algún bufete desafecto a nuestros principios.





g/ El sujeto, en definitiva, requiere de una intervención extraprotocolaria o de su inminente liberación, a sabiendas de que ello conllevaría la no reinserción laboral ni familiar y el fracaso total de nuestro programa.





h/ La reacción del sujeto ante cualquier determinación nuestra es totalmente imprevisible, representa un peligro potencial para nuestro proyecto y si requieren mi opinión les propondría freírle el cerebro para toda su puta vida. Daños colaterales.





i/ Una última advertencia: conoce todos los nombres de los implicados originales y sucesivos a lo largo de estos nueve años, los cuales ha enviado con abundante documentación en sendas copias a su abogado y a su hijo, y además ha publicado en internet nuestro programa completo, todos nuestros métodos y actividades.

A la espera de una respuesta le saluda muy atentamente,

- ¡¡Ramírez, véngase para acá, me gustaría saber qué cojones ha pasado aquí...!!