miércoles, 14 de enero de 2015

LA CALLADA



Me gustas cuando callas porque lo esperas todo.

Luego vienes diciendo que estaba todo dicho.

Me gustas cuando dices que nunca dices nada.

Nos sorprende la noche con palabras medianas.

Citas hubo y algunas nos sorprendieron juntos.

Nunca mejor palabra que no decirnos nada.

Me jugué la estrategia a una sola llamada.

Dijiste tú estás loco, tanta familia en babia.

Vienes cuando te vas, te vas viniendo.

Azules los ojos de la mujer que amo.

Negro carbón la mujer que esperaba.

Mina, algún socavón la tierra prometida.

No me digas ahora que siempre me esperaste.

Que esperabas acaso un dedo en tu chochete.

Que anhelabas la lengua en tu boca reseca.

Maneras y fluidos para saberte amada.

Todo te lo di a ojos y piel sentida.

De tu ser, de tu voz caudalosa simiente.

No me digas ahora que nunca dije nada.