lunes, 7 de abril de 2008

LUCES

Para tu luz mi sombra, para tu oscuridad el filo de mi anhelo.
Siempre fuiste camino y jamás meta, no sé llegar a ti.
Me entretengo distante respirando el aroma de tu ausencia.
Bebo en los espejismos de mi desierto el agua que derramas.
Dunas como cavernas me alejan de tus lunas, no existes.
Mi mundo es una alfombra bajo tus pies de ninfa enloquecida.
Tu estanque es mi saliva derramada cual perro vagabundo.
Nunca serás sin mí más que un proyecto, una sola pregunta:
¿Cómo se nos vería desde el cielo amándonos a oscuras,
bajo la ténue luz de lejanos infiernos que apenas nos rozaron?