sábado, 7 de mayo de 2011

MONOTEÍSTAS

Cada doscientos o trescientos años suceden cosas inesperadas. En nuestra Historia.
Pasamos del Renacimiento a la Ilustración. De la Monarquía autárquica, aliada inseparable de la Iglesia, a la monarquía democrática y constitucional. Y supuestamente laica.
O directamente a las Repúblicas, aquí no nos dejaron.
De manera que sin saber cómo ni porqué la mentalidad de las masas muda y se echa a la calle a gritos para cambiar lo que los políticos de ayer y de hoy no podrían cambiar en miles de años, con toda su verborrea y sus presupuestos programáticos para que todo siga igual o parecido.
En algunos momentos de la historia ya no valen sus consignas moderadas de conservadurismo o moderado reformismo, porque les han tocado las pelotas a todo el mundo, a unos y otros, y la gente ya no puede soportar tanta desidia de las clases dirigentes.
Esto se aprende a dos velocidades.
Estamos los que hemos vivido dos guerras mundiales, varias revoluciones, aprendido a leer y aprehender los servicios de los grandes filósofos y escritores de occidente, y los que no, porque esos libros están todavía prihibidos en sus países. O ni siquiera les han enseñado a leer, para qué.
El mundo es disparejo.
Pero tengamos en cuenta que para ser tan listos en occidente nos hemos matado unos a otros durante mucho tiempo y muchos millones de personas. Muertas.
O sea que somos potencialmente grandes asesinos, es más, aún lo seguimos siendo.
Aunque en otros escenarios.
El gran milagro de occidente no pasa por haber olvidado nuestra religión, que muy bien la utilizamos para machacar a los infames diablos que atentan contra nuestra supremacía global, que acosan nuestro bienestar y nos amenazan con subir el precio de su gasolina. Porque es suya, la nuestra la guardamos por si acaso.
El gran milagro es que nos pasamos la religión por el forro de los cojones, que no va a misa ni dios, que se cierran los seminarios, que hemos alcanzado en la ciencia y en la política supuestamente democrática una religión más llevadera, que nos proporciona un bienestar tangible y prometedor de mejores curvas, tanto eróticas como mercantilistas, y el mundo se nos vuelca así menos aburrido y más iconoclasta.
Pero claro, eso a base de buenas relaciones con el tercer mundo, donde en despiadadas incursiones humanitarias ofrecemos una cocacola o una lata de comida con abrefácil en la mano derecha mientras en la izquierda les seguimos robando el petróleo, el uranio, el coltrán... a precio de usureros mercantiles.
Los judíos, también, por supuesto y que yo sepa somos las dos religiones monoteístas que tienen dinero para prestar y para regalar a los pobrecitos hambrientos que no terminan de salir de la edad media.
No sé si los judíos de hoy en día pasan tanto como nosotros de sus arcaísmos y de tanta vaina, me imagino que sí, que ya habrán olvidado la esclavitud con los egipcios y la masacre nazi, lo mismo que nosotros hemos olvidado el circo romano con los leones y la flamígera persecución inquisitorial . Más bien son ellos ahora los genocidas, aplastando al pueblo palestino hasta echarlos al mar, sin milagros, y robándoles sus fincas de cientos de años, porque no todos eran transhumantes del puto desierto. El agua está debajo, si hubieran conseguido la tecnología punta que ellos tienen ahora seguro que hubieran sido más sedentarios y convertido en vergeles su arena. Y los yanquis lo habrían tenido más jodido a la hora de pagar con tierras prometidas el dinero prestado por la banca judía para luchar contra los nazis.
Puede que hasta los norteamericanos hayan olvidado el desastre de su guerra incivil, la prohibición del alcohol y la persecución bruja anticomunista. Pura inquisición importada.
Pero el caso es que nos lo recuerdan cada poco tiempo. Con películas, con novelones de ochocientas páginas y a ratos en todos los medios informativos oficiales. Y ganan mucho dinero con ello.
Pues bien, a lo que iba, sólo hay una religión monoteísta que no ha salido de la edad media. Todos sabemos cuál.
Puede que ahora lo consigan mediante una primera revolución en el norte. Van a otra velocidad, démosles tiempo, no sólo bombardeos.
Puede que por primera vez alguien se haya fijado en que para salir de la edad media hay que dejar atrás la religión. De un lado y otro. Unos y otros dioses. O de primeras que aprendan a separarlos de la política.
Puede que algún mierdecilla de la cia asesina o de la nsa vigilante o de la nato galáctica o de la cagon su puta madre haya entendido que los amigos se vuelven enemigos y que es mejor una democracia manejable, pero sin religión, abocada a la modernidad, a la ciencia, al olvido de tantas guerras religiosas y estúpidas en las que ya casi nadie cree. Y los que siguen creyendo es porque se mueren de hambre o de olvido. La mayoría no saben leer, tienen bastante con procurarse la comida y el agua para sobrevivir.
De cualquier manera va a ser estupendo.
A partir de una sociedad global laica llegaremos al desarme y a las bocas llenas, saciadas, y al agua como un bien común, planetario, donde llueva para todos, y a llegar algún día a entendernos.
Sin diablillos, ayer los comunistas, hoy los islamistas, mañana qué... para seguir justificando la injusticia, los cambios bursátiles y finalmente la depredación del hombre por el hombre.
Ingenuamente,