lunes, 11 de junio de 2007

Ausencias 11


CAÍDA LIBRE



(A Blanca)


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La misteriosa atracción de la derrota, caída libre, sentir que tocas fondo, desparramar tus sueños por el suelo, morir sin convicción, poner en pie tus huesos y emprender un camino salvaje, sin mojones ni estrellas que te guíen, a paso limpio, abriendo senda en el desierto inhóspito, atento al menor movimiento, al más leve rodar de algún guijarro, sabes que están ahí, las alimañas, acechando tus pasos, pero sabes también que nada puede herirte porque ¡qué cojones, ¿no quedamos en que ya estabas muerto?! aun sin convicción, aun sin señales en la piel ni rituales trágicos, sin ataúd ni entierro, sin lagrimones falsos, sin esquelas, tarjetería compromiso o recordatorios benévolos de pobrecito muerto, sin despedida alguna, sin últimas palabras, sin besos viuda negra ni abrazos congelados mucho antes de llegar al frío, sin pruebas, sin registro civil ni informes del forense, sin convicción, es cierto, ¡pero qué muerto estabas!... ¿puedes morir dos veces?... fue bonito caer: ese largo vacío, ese vértigo haciendo florecer todos tus miedos, ramillete de luz alumbrando el abismo, caída libre, veloz primero, luego más lenta, hasta casi flotar, hasta casi volar, con torpeza de ave que abandona su nido, no hubo lesiones graves cuando tocaste fondo, tan sólo un desparrame de sueño en los bolsillos al rodar por las rocas agrestes del desierto que se abría ante ti como un inmenso océano, ambos igual de muertos pero sin convicción: el recuerdo del agua, del movimiento, de la respiración de otras vidas latiendo a tu lado, sabes que caminar es buscar el origen, es volver a encontrarlas, y caminas, a golpe de paso trazas la senda virginal, horadando la tierra, a pesar del calor abrasador, a pesar de la sed y de los espejismos, a pesar de los mapas y de los horizontes, a pesar de que nadie y de las alimañas, a pesar de saber que el agua es una sola, caminas a pesar, porque sabes también que el desierto es redondo y también sólo uno, y si una vez hallaste agua en sus arenales, un día saciarás tu sed de nuevo en ellos.