viernes, 8 de junio de 2007

DEL AMOR Y OTROS LUGARES I

DEL AMOR Y OTROS LUGARES I

Buenos días, amor,

Así es la luz

Que de tu flor emana:

Como de estrella errante

A mi cielo fijada.

Derramarme en ti,

Esencia de tu esencia,

Savia de tu sabia

Manera de quererme.

Tensa mis velas

Al viento de tu aliento

Y al navegar tus aguas

Encontraremos puerto.

Como bañada en bronce,

Cálida y mineral,

De las profundas aguas

Emerges a la tierra

Y ensanchas mi horizonte.

Arde, en la pira de mi soledad,

Tu ausencia,

Y la alta noche desvela

Crujientes pasos de deseo

En la escalera de mi espera,

Madera carcomida

Por el paso del tiempo,

Que habrás de restaurar.

¿Recuerdas cuando el fuego

Era un roce, una palabra, una mirada

Furtiva sobre el agua…?

Nos parece mentira

Haber sentido aquello

Sin quemarnos.

Sólo éramos la tierra por sembrar,

La primavera.

Ahora, al final del estío,

Ya cercados de otoño,

Nuestras manos vacías,

Recogemos cosechas

Sembradas sin saber:

Un roce, una palabra…

Pero arde el agua

y quema esa mirada.

En tu ausencia

Mi cuerpo se reseca,

Se torna piedra,

Espanto, simulacro.

Vivir, ¿qué significa

Tan lejos de tus labios?

Morir, ¿cómo podría

Si aún te sigo esperando?

El tiempo de mi vida

Lo marcan nuestras horas.

Las cortas, tan esquivas,

Compartiendo tu aliento.

Las largas, numerosas,

De una vida sin ti.

Todas las he sentido,

Corazón y saeta,

Pero hay dos que señalan

Mi principio y mi fin:

Una fue la primera,

La otra aún no la viví…

Recuperemos los colores:

Nunca el invierno

Sobrevivió a su frío.

En el estanque azul de tu mirada

Las hojas de mi otoño,

Cual jirones de piel

Que el tiempo ha desprendido,

Cobran vida en tus aguas.

Es posible que el tiempo nos confunda

Y que la soledad nos desampare al fin…

Pero allá donde la vida nos lleve

Habremos de buscarnos:

En otros ojos, en otros brazos,

En otros desamparos.

Hieres mi azul, amor,

Rojo mar de tu sangre

Que mi pasión habita,

Ancla sobre la piel,

Me rescataste al pairo,

Náufrago a la deriva…

Nacimos al azar,

Pero él no nos unió.

Ni siquiera será

Quien nos sorprenda muertos.

No es de azar nuestro sueño:

Hace miles de años,

Antes que las estrellas

Avistaran jamás

A navegante alguno,

Ya la luz de tus ojos

Señaló mi camino

Y ya era para ti,

Mirarte en mí,

Señalado destino.

Escribir sobre tu piel

El goce en la mirada,

Los gritos del amor,

Y vaciarme en ti,

Sementera de placer

Anegando mis días.

Goteando en ti,

Cada vez que te asomas

Al borde de mis ojos,

Manantial de deseo

Hacia tu mar profunda.

Al rojo nuestros cuerpos

Abrasando la noche,

Recuerdo cuando aún

Polvo de estrella éramos…

Y arribamos desnudos

A un cielo compartido:

Sentir que somos uno

Cuando ardemos los dos

En el rostro del otro.

Mi corazón graffiti,

Latiendo para ti

En cada habitación,

En cada calle,

En todas las paredes

Que tu vista recorre

Buscándome a tu lado

En la distancia.

Hacer sonar en ti

Las notas del silencio,

La misteriosa paz

Que embarga a los amantes

Al mirarse a los ojos,

Espejados, incrédulos

Ante tanta belleza:

Los sonidos del alma

Vibrando en su interior,

Tensándoles la piel.

Una canción redonda hacia tu pecho

Tu entrada es una puerta al paraíso

Se me tornó el amor Amor entre tus brazos

Nunca sabremos explicar nuestra ausencia

La vida empieza hoy que nos sabemos juntos

Y tu pecho se abre a todas mis canciones.

Sobre el paisaje helado

Levantaremos juntos

El muñecote blanco

Que soñamos de niños

Mientras arde en la casa

El primer leño del hogar

Y aúllan los lobos

Ateridos de frío

En la espesura.

Incendiaremos luego

Su sombrero de paja

Y volveremos dentro

Al calor de la lumbre

Junto a la chimenea.

Haremos el amor

Sobre la piel de oso

Y reiremos felices

Plenamente desnudos

Como si tras la puerta

Fuera ya primavera.

Si alguna vez dudé

No fue de ti

Sino del mundo

Que te hace prisionera.

Un mundo ha de postrarse

Bajo tus pies descalzos.

Observo tu crisálida,

Transparente de luz,

Y el más leve aleteo

De tus alas al viento,

No lo dudes, amor,

Te llevará hasta mí.

Interiores de azul,

Nuestros cielos abiertos

En canal a los sentidos,

Hay un niño que juega

Con su barco en el estanque

Y anhela hundir el mástil

Al fondo de tus aguas,

Donde el azul del cielo

Se refleja más vivo.