jueves, 31 de enero de 2008

hermann hesse dixit


La magia del sueño falla con frecuencia durante el día, porque hasta el mejor soñador, cuando está despierto, toma el mundo exterior más en serio de lo que debiera.

Los locos lo consiguen mejor: se declaran emperadores, dicen que su celda es un palacio y todo concuerda maravillosamente bien.

Nuestra meta es transformar mágicamente el mundo exterior, pero sin volvernos locos.

No es fácil, pero en cambio hay poca competencia.