PALABRAS
…
Hoy quiero cantar, sí, pero no el canto
plácido del hombre occidental
que contempla su ombligo como centro
de su universo y el de
…
Quiero lanzar al aire nuevamente
denuncias tantas veces trasnochadas
y que la brisa esparza como dagas,
sobre sordos parajes, voces desesperadas.
…
Porque si cierto es que ni verso ni pluma,
como estériles signos, pueden pretender
ser guía, faro, esencia de una lucha
cuyo origen es siempre el dolor y la piel,
animales salvajes, indomables figuras
que no aprisiona el hombre en jaulas de papel,
también lo es que como el viento aviva
las brasas de la hoguera, así logra la palabra
encender fraguas e impulsar en flamígero vuelo
latentes emociones que habitan nuestro ser.