
Recuerdo que pensé:
Si me siento capaz de cambiar el mundo, no será difícil cambiarla a ella.
Más tarde aprendí dos cosas:
Que no era capaz de cambiar el mundo y que ella es un mundo en sí misma, con esa inercia incontenible de los siglos haciéndola girar en medio de las sombras.
Si me siento capaz de cambiar el mundo, no será difícil cambiarla a ella.
Más tarde aprendí dos cosas:
Que no era capaz de cambiar el mundo y que ella es un mundo en sí misma, con esa inercia incontenible de los siglos haciéndola girar en medio de las sombras.