A veces las palabras forman coágulos,
sombras, aristas, cortapisas
cuando son así dichas:
sin calor, sin saliva...
Donde quieres gritar :¡estoy aquí!
sólo un eco de ausencia se propaga;
donde quieres decir ¡comunión!:
se da por entendido que todo lo aquí escrito
ha de tomarse a bien
porque aquí ha sido escrito,
porque va dirigido a quien lo ha de leer
y sólo ha de leerlo quien conmigo comulga
en este mismo espacio de voces desarmadas,
pronunciadas al socaire del verbo tolerante,
sincero y desprovisto de vanos circunloquios;
donde quieres decir :¡eh, amigo!
únicamente escribes desconcertantes signos...
Y es la palabra, entonces, tu enemigo,
y es la palabra oscuro desvarío,
y es la palabra...no, ya no es palabra,
sino coágulo, sombra, arista, cortapisa
al pronunciarla así:
sin calor, sin saliva...