lunes, 23 de julio de 2007

Ausencias y 15


BUITRES


...



Bandada de buitres sobre mis intestinos,


Destino solitario de quien deambula barrios


Buscando algún amigo


Y tan sólo se topa con buitres hambrientos.



Abraza mi soledad tu rostro enmudecido,


Falsas sonrisas y falsas esperanzas flotan en el vacío.


Algo de alcohol y la siempre temida niebla de desdecirme


Sobre viejos poemas que la noche reflota


Y niega la razón… almas huecas…



Entre el ramaje donde leves alondras


Apuntan a descifrar el sol de la mañana,


Brotan voces de aliento contenido,


Murmullos de luz en las miradas.



Verde sobre los campos, bajo las nubes grises,


Premonitor de un silencioso grito,


El viento barriendo hojas de hierba,


La amenazada estirpe del verde derramado.



Sólo veo tu azul en la inmensa distancia


Que separa tu ausencia de mi anhelo más alto:


Tenerte entre mis brazos, reverdecer al son


De tu mirada perdida ahora en otros mundos,


En otros seres que inexplicablemente afloran en tu ser,


Del día a día al pie de los abismos:


Una vida con otros, una vida sin mí.



¿Cuál es el abandono?


Desde las horas insignes de la más alta noche


Que revelan la ausencia de tu piel


Le sigo preguntando al dios de los lares vacíos y sin nombre:


¿Dónde está su ramaje de amante enredadera


Que soñé en un inhóspito día de mi vida,


Dónde sus besos de alondra que despierta,


Dónde su presencia de arena ante el naufragio?



Y no es decir y no es pensar si esa playa existió:


Es el reflejo de tu rostro en el espejo de mi frente


Despojado de toda palabra, de cualquier pensamiento,


Incluso despojado de tu profunda piel.


Es el reflejo de la pérdida en el ojo del buitre


Que acecha sobre la vida, sobre la muerte,


Sobre las vísceras de nuestra inconclusión,


Del seguir esperando, amándonos y aún vivos,


La llegada de la vida en nuestro amor.


Y es la canción de un muerto.