lunes, 9 de julio de 2007

PRESAGIO

PRESAGIO

No me pidas amor, amada mía,

pues no es tiempo de amar.

Vístete rápido: oigo pasos.

Aún estamos a tiempo

de ver la última estrella

cruzar fugaz el cielo.

Abandona la tibia seguridad del lecho

y comparte conmigo estas horas finales,

agotemos la noche a la ventana.

Es cierto que hace frío,

pero la marcial bota

que rauda se aproxima, oye sus pasos,

sembrará helada nieve en tus entrañas.

No me pidas amor, amada mía...

Vístete rapidísimo y advierte

cómo el hombre acecha al hombre

una vez más

y cómo se desploma el Firmamento.