PRESAGIO
…
No me pidas amor, amada mía,
pues no es tiempo de amar.
Vístete rápido: oigo pasos.
…
Aún estamos a tiempo
de ver la última estrella
cruzar fugaz el cielo.
…
Abandona la tibia seguridad del lecho
y comparte conmigo estas horas finales,
agotemos la noche a la ventana.
…
Es cierto que hace frío,
pero la marcial bota
que rauda se aproxima, oye sus pasos,
sembrará helada nieve en tus entrañas.
…
No me pidas amor, amada mía...
Vístete rapidísimo y advierte
cómo el hombre acecha al hombre
una vez más
y cómo se desploma el Firmamento.