viernes, 11 de mayo de 2007

hermann hesse dixit


Él había amado y se había encontrado a sí mismo. La mayoría, en cambio, ama para así perderse.
No es una suerte ser amado. Toda persona se ama a sí misma; en cambio amar, eso sí que es suerte.
La mayoría de las cosas, aunque se pretexte que es por otros motivos, se hacen por las mujeres.
¿Qué serían razón y templanza sin el conocimiento de la embriaguez, que sería la voluptuosidad si la muerte no anduviera tras ella, qué sería del amor sin la eterna enemistad de los sexos?