POEMA ARMADO
...
cargada de palabras,
el poeta quien la carga
y el lector quien la dispara,
a veces contra sí mismo,
otras contra la conjura
de alimañas que lo asaltan.
...
Vuelve a nacer el poema
cada vez que lo descargan:
sobre el filo de una pena
destellos de un nuevo alba;
en el rizo de una ausencia
pétalos de amor desgrana;
a la sombra de una duda
de par en par las ventanas
abre para ventilar
todas las salas del alma.
...
Y también muere el poema
cada vez que se dispara:
empaña los tiernos ojos
de una inocente mirada;
enarca la noble ceja
derrotada la esperanza;
como un huracán de perros
invade nuestras entrañas,
nos extravía los sueños
y devora nuestra calma.