NEPTUNIA
...
Antes del reptil y de la ameba,
mucho antes que un ser vivo
pudiera concebirlo,
ya había movimiento,
ya un secreto latir
impulsaba las olas
y ya silbaba el viento.
...
La misma ondulación
y el mismo silbo
que hoy desmadejan tu pelo de medusa
y mueven tus caderas
al ritmo de una mar embravecida.
...
Eres de agua, mujer,
tus humedales portan la sal del mar
y tus arenas aguardan impacientes
que arribe la marea y las inunde.
...
Aguamarina sosiego del espíritu,
acaso oasis o acaso un espejismo
donde implacables dunas de deseos
vuelcan en tus brazos la esperanza
de saciar una sed indescifrable.
...
Si es mucho lo que de ti se espera
y de tus aguas,
no es menos lo que de ti se teme:
la galerna.